El presidente estadounidense Barack Obama mostró ayer a sus pares sudamericanos su deseo de mantener un 'diálogo directo' basado en el respeto mutuo y reiteró su disposición de conversar con Cuba, algo recibido muy positivamente por sus homólogos del sur.
En su segundo día en la Quinta Cumbre de las Américas, Obama se reunió con los doce líderes de la Unión de Naciones Sudamericanas, Unasur, entre los que se encontraban algunos de sus más duros detractores, como el venezolano Hugo Chávez o el boliviano Evo Morales.
Según todos los asistentes, el clima de este primer encuentro cara a cara fue 'excelente', 'positivo' y 'franco'.
'Todos pudimos hablar y él nos respondió uno a uno. Abrió la posibilidad de un contacto más directo con los países de América del Sur, algo que antes no ocurría', explicó el presidente uruguayo Tabaré Vázquez.
Obsequio
Chávez, quien hace algunas semanas llamó a Obama 'pobre ignorante', le regaló incluso un ejemplar del libro 'Las venas abiertas de América Latina', del uruguayo Eduardo Galeano, dedicado personalmente: 'Para Obama con afecto'.
'Me ha dado mucho gusto saludar al presidente de Estados Unidos: ‘I want to be your friend’. Venezuela quiere ser amigo de Estados Unidos', reiteró Chávez, un día después de que la imagen de su apretón de manos con Obama diera la vuelta al mundo.
La cordialidad entre los dos presidentes sorprendió a los más optimistas. El mandatario venezolano aseguró haber 'comenzado con buen pie' y pidió 'el verdadero inicio de una nueva historia' entre los dos países.
El primer paso podría ser el nombramiento de un nuevo embajador venezolano en Washington, puesto vacante desde septiembre, una cuestión que fue discutida en Puerto España con la jefa de la diplomacia estadounidense Hillary Clinton.
'Es bueno que Estados Unidos aprenda a oír. El espíritu de esta cumbre es que nadie venga a imponer nada a nadie. Que nadie pretenda que seamos patio trasero ni colonia de nadie', subrayó Chávez.
Declaración
Este ambiente cordial que reinó en las primeras reuniones de la Quinta Cumbre de las Américas abre la posibilidad de que el veto que algunos países latinoamericanos prometieron expresar a la declaración final hoy finalmente desaparezca.
Sin embargo, el borrador del texto se sigue discutiendo entre bastidores y países como Venezuela o Bolivia insisten en no firmarlo. Si hubiera un grupo de países que se niega a suscribir la declaración, una situación inédita en la historia de estas cumbres, ésta podría firmarse sin consenso o no firmarse, lo cual enturbiaría el balance de esta cita continental.
'El documento es ‘light’, podríamos decir. Lo más productivo de esta cumbre es el diálogo franco entre los mandatarios', subrayó el presidente ecuatoriano Rafael Correa.
La cuestión del embargo a Cuba, que no está presente en la declaración final, es el principal tema que bloquea el documento final.
Postura
'Obama tiene la obligación de reparar un daño político y económico a Cuba', insistió ayer el mandatario boliviano Evo Morales.
Sin embargo, desde su llegada a Trinidad, Obama dio signos de apertura y aseguró que su gobierno está listo para un 'nuevo comienzo' con Cuba y para entablar un diálogo amplio con sus dirigentes, después de 47 años de incomunicación.
Ayer, el portavoz de la Casa Blanca, Robert Gibbs, aseguró que la pelota estaba en el campo cubano. 'Siempre lo estuvo. Seguiremos evaluando y observando qué pasa; estamos ansiosos de ver lo que el gobierno cubano tiene voluntad de hacer', dijo.
El presidente cubano Raúl Castro también había mostrado su disposición para conversar con Obama con una agenda abierta y amplia. En la reunión con Obama, los dirigentes de Unasur pidieron a Estados Unidos cambios concretos con respecto a la isla, 'el embargo más grande de la humanidad', según Correa.
Apuntes
Obama reiteró su oferta de la víspera y tomó nota de los planteamientos de sus pares latinoamericanos.
'Hay un proceso en marcha. No voy a hablar por Cuba. Pero todos aquí somos amigos de Cuba y aspiramos a que Estados Unidos lo sea también', aseguró Chávez. En tono de broma, el mandatario venezolano sugirió que la sexta cumbre de las Américas se celebre en La Habana, lo cual provocó las risas y aplausos de sus homólogos.
El presidente estadounidense Barack Obama anunció ayer que pedirá el lunes al pleno de su gabinete sugerencias para recortar el gasto gubernamental.
Informó además que sumó a su gobierno a dos nuevos funcionarios, Jeffrey Zients y Aneesh Chopra, quienes tendrán a su cargo la tarea de dinamizar los procesos de gestión, reducir gastos y hacer más eficiente al Gobierno.
'Y este lunes, en mi primera reunión del pleno del gabinete, voy a solicitar a líderes de departamentos y agencias gubernamentales que presenten propuestas concretas para recortar sus presupuestos', dijo Obama en su audición radial semanal. AFP/AP
La 'Obamanía' en Trinidad
Ni los jefes de Estado ni los altos funcionarios que asisten a la quinta Cumbre de las Américas en Trinidad y Tobago escaparon a la 'Obamamanía' y afanosamente buscaron aparecer en fotos con el presidente estadounidense, provocando más de un incidente durante el evento.
Barack Obama se mostró afable y complaciente con los pedidos e intercambió breves frases con los solicitantes, mientras su equipo de seguridad permanecía siempre atento. La fiebre la desató el presidente venezolano Hugo Chávez, uno de los mayores críticos de Washington, cuya imagen del viernes saludándose con Obama en la apertura de la Cumbre fue portada en todos los diarios de Trinidad y Tobago y en los principales de la región. Otros presidentes que conforman el bloque de la Alternativa Bolivariana para las Américas y se oponen férreamente a una hegemonía estadounidense en las relaciones con la región también aprovecharon la cumbre para fotografiarse con el líder estadounidense.