El presidente estadounidense Barack Obama visitó ayer el estado de Nueva Jersey para constatar los daños causados por el huracán Irene, mientras la tormenta tropical Lee continuaba dejando fuertes lluvias en los estados del sur.
El mandatario hizo paradas en las ciudades de Wayne y Paterson, donde el daño debido a Irene, que azotó el estado como tormenta tropical, fue particularmente severo.
“Obviamente visitar Wayne, visitar Paterson, muchas de las comunidades de los alrededores me da un sentido de la devastación que ha tenido lugar no sólo aquí en Nueva Jersey, sino en el norte de Nueva York y Vermont y un amplio rango de estados perjudicados por el huracán Irene”, dijo Obama tras sobrevolar los daños causados por Irene, que inundó los centros de los poblados, bloqueó caminos y obligó a miles a evacuar sus hogares.
“El mensaje principal que tengo para todos los residentes no sólo de Nueva Jersey, sino de todas aquellas comunidades afectadas por la inundación, por la destrucción que sucedió como consecuencia del huracán Irene, es que todo el país está con ustedes”, indicó el Presidente.
“Y nos aseguraremos de que brindemos todos los recursos necesarios para ayudar a que estas comunidades se reconstruyan”, ratificó.
Irene, el primer huracán de la temporada de ciclones en la cuenca atlántica, se cobró la vida de más de 40 personas a su paso por la costa este de EUA el pasado fin de semana y dejó a millones de usuarios sin electricidad.
El Gobierno estima que los daños provocados por Irene alcanzan los 6,000 millones de dólares, pero consultoras privadas elevan esa cifra hasta 10,000 millones.
Una semana después, la tormenta Lee está dejando fuertes lluvias e inundaciones y amenaza con tornados en varias áreas costeras de los estados de Misisipi y Luisiana, en el sureste del país.
