La falta de precipitaciones y las elevadas temperaturas complican hoy la extinción de una decena de incendios activos en el centro y el norte de Portugal, donde la situación continúa siendo 'muy difícil', según fuentes de la Autoridad Nacional de Protección Civil (ANPC).
El fuego, que se inició en la noche del viernes y tiene cuatro frentes activos, está localizado en una zona de montaña, lo que está dificultando aun más la tarea de extinción.
Estas condiciones propiciaron la formación de un extraño e inusual fenómenos que sorprendió a los portugueses: un tornado de fuego se elevó del suelo y arrasó con la vegetación que tenía a su paso.
Este fenónemo es conocido popularmente como 'diablos' y se forman cuando varias ráfagas de viento más heladas convergen con aire caliente y generan una alta presión que arrastra las llamas hacia arriba y desatando un verdadero 'infierno'.
El fenónemo captado por las cámaras no dañó a ninguna persona pero sí alarmó a los habitantes de las zonas afectadas por los intensos incendios de Portugal.
El Ejército portugués ha reforzado el combate a las llamas con dos centenares de militares, cinco decenas de vehículos y maquinaria.
Entre enero y septiembre de este año ardieron 215.988 hectáreas forestales en Portugal, lo que supone un 174 % más que la media de los últimos diez años, según datos del Instituto de Conservación de la Naturaleza y los Bosques luso.
Además, el Gobierno portugués prolongó hasta el 15 de octubre el período crítico de incendios forestales, que normalmente concluye el 30 de septiembre, ante la falta de precipitaciones y la consecuente sequía.
