El ultraderechista Anders Behring Breivik, quien desea se lo considere penalmente responsable por la matanza de 77 personas el año pasado en Noruega, acusó el miércoles a los psiquiatras que lo examinaron de inventar declaraciones para hacer creer que está demente.
'Son inventos mal intencionados', declaró Breivik , refiriéndose a un informe psiquiátrico realizado el año pasado que consideraba que el acusado era psicótico y por lo tanto penalmente irresponsable.
'Tal vez no haya mala intención, pero es falso', puntualizó Breivik posteriormente.
Los dos expertos psiquiátricos, Synne Serheim y Torgeir Husby, consideraron que Breivik desarrolló 'una esquizofrenia paranoica'.
'No tenemos ninguna duda sobre nuestras conclusiones', había afirmado Husby, uno de los autores del informe, a fines de noviembre.