19/04/2024
12:19 PM

Así se inunda Nueva Orleans antes de la llegada del huracán Barry

El gobernador del estado de Luisiana declara emergencia por la ola de tormentas.

WASHINGTON.

Nueva Orleans y el resto de la costa de Luisiana se preparan para afrontar la llegada de una tormenta tropical que puede convertirse en huracán, según los servicios meteorológicos de EEUU.

La ciudad más conocida de Luisiana, construida en parte bajo el nivel del agua, ya está en situación de alerta por inundaciones y tornados debido a fuertes tormentas que cayeron ayer. En algunos barrios del área metropolitana de Nueva Orleans, así como en Jefferson, cayeron entre 10 y 15 centímetros de lluvia.

El gobernador de Luisiana, John Bel Edwards, anunció ayer medidas de “emergencia” ante el pronóstico de formación del primer huracán de la temporada del Atlántico, que puede tocar tierra en algún punto de la costa central estadounidense del Golfo de México este viernes.
“He emitido el estado de emergencia en preparación ante el efecto de un sistema de bajas presiones en el Golfo de México. El sistema probablemente producirá una ola de tormentas, vientos con fuerza de huracán y hasta 15 pulgadas (2,54 centímetros) de lluvia en el estado”, dijo Edwards en Twitter.

Esto va a ser un suceso en Luisiana con inundaciones en la costa y fuertes lluvias que potencialmente pueden impactar en todo el estado. Nadie debería tomarse esta tormenta a la ligera. Como todos sabemos demasiado bien en Luisiana, baja intensidad no significa necesariamente bajo impacto”, agregó.

Foto: La Prensa

Las autoridades alertaron ayer de la formación del primer huracán de la temporada, que de materializarse se denominaría Barry. “Las condiciones parecen propicias para que ese sistema se transforme en huracán a medida que se acerca a las costas en el centro del golfo” de México, según el Centro Nacional de Huracanes (NHC).

Las autoridades de Nueva Orleans han multiplicado las advertencias, sobre todo porque el río Misisipi ya ha alcanzado los 4,9 metros de altura en la ciudad, cerca de su nivel de crecida de 5,18 metros.

El dique que protege la ciudad puede frenar una crecida de 6,10 metros, un nivel que podría alcanzarse el sábado por la mañana, según los meteorólogos.

La alcaldesa, LaToya Cantrell, cerró el Ayuntamiento y pidió a los empleados cuya labor no es esencial para la ciudad que permanezcan en sus casas.