Los combates se intensificaban ayer entre las fuerzas de Jalifa Haftar, que avanzan hacia la capital libia, y las del Gobierno de Unión Nacional (GNA) con sede en Trípoli antes de una reunión del Consejo de Seguridad de la ONU.
El Ejército Nacional Libio (ENL) del caudillo del este del país, el mariscal Haftar, que el jueves pasado lanzó una ofensiva hacia Trípoli, afirmó haber tomado a las tropas leales al GNA, un cuartel militar a unos 50 km al sur de la capital. “Luego de violentos enfrentamientos alrededor del cuartel del 4º Batallón en Aziziya..., las fuerzas armadas tomaron el control”, indicó el ENL en Facebook.
Varios miembros de las fuerzas leales al GNA habrían sido capturados y sus armas confiscadas, según la misma fuente.
Contexto
1Libia es un estado fallido, víctima del caos y la guerra civil, desde que en 2011 la OTAN contribuyera a la victoria de los diversos grupos rebeldes sobre la dictadura de Gadafi.
2En la actualidad tiene dos focos de poder: un Gobierno impuesto por la ONU y sostenido por la Unión Europea en Trípoli y, otro, establecido en la ciudad oriental de Tobruk bajo la tutela del maricasl Hafter. |
Los habitantes de la zona indicaron que las fuerzas del GNA montaron barricadas con arena para bloquear las principales arterias y cruces, lo que impide a los civiles dejar sus hogares para encontrar refugio en otros sectores. “Los enfrentamientos se intensificaron. Tenemos miedo de dejar la casa”, indicó una habitantes del sector.
Fuerzas leales al Gobierno de Unión Nacional, impuesto por la ONU en Trípoli, defienden la localidad de Ain Zara ante el asedio de los combatientes liderados por el mariscal Jalifa Haftar.
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En particular en las localidades de Ain Zara, Al Rabie y Ben Ghechir, son los escenarios de los combates más duros entre la caballería ligera. El gobierno sostenido por la ONU en Trípoli ha pedido a la población de Ben Ghechir que abandone sus hogares, en previsión de un enfrentamiento mayor.
Violencia creciente. Libia está sumida en el caos desde que fue derrocado Muamar Gadafi en 2011. Las organizaciones internacionales temen que los civiles sean nuevamente las víctimas de la violencia. Unas 3,400 personas ya tuvieron que abandonar sus hogares por los combates, según la ONU.
Según el último balance del ministerio de Salud del GNA el domingo por la noche, al menos 35 personas murieron desde el jueves. Las fuerzas leales a Haftar dieron cuenta de 14 muertos entre los combatientes.
Las grandes potencias no lograron hasta ahora ponerse de acuerdo con la ONU sobre una declaración que pida a Haftar detener su ofensiva. La declaración, apoyada por Washington, fue bloqueada el domingo por Moscú.