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Primer ministro de Canadá niega acusaciones de exfiscal

  • 07 marzo 2019 /

Señalado de presionar a favor de empresa implicada en sobornos.

Ottawa, Canadá.

El primer ministro canadiense, Justin Trudeau, desmintió ayer cualquier intervención “partidaria” para tratar de influir en un caso judicial, respondiendo así a las acusaciones de su exfiscal general que han originado una grave crisis política en el país.

“Nunca he tenido consideraciones partidarias” en conversaciones con la exfiscal general Jody Wilson-Raybould, indicó Trudeau en una rueda de prensa, insistiendo en que ni su entorno ni él habían hecho nada “inapropiado”.

La exfiscal general afirmó haber sufrido “presiones” para intervenir ante los fiscales con el fin de negociar un acuerdo amistoso con el gigante canadiense de ingeniería SNC-Lavalin, implicado en un escándalo de corrupción con Libia.

La firma con sede en Montreal enfrenta cargos de corrupción por supuestos pagos de decenas de millones de dólares en sobornos entre 2001 y 2011 para asegurar contratos del gobierno libio de Muamar al Gadafi.

Golpe a la imagen
Según una nueva encuesta publicada el martes, el apoyo a Trudeau y su partido cayó por primera vez detrás del Partido Conservador. El sondeo se reveló un día después de que la ministra de presupuesto de Canadá, Jane Philpott, renunciara.
Trudeau, acusado de haber querido proteger a SNC-Lavalin por razones electorales, reconoció haber recordado a Wilson-Raybould en una reunión a mediados de septiembre que él era representante de Quebec, donde se encuentra la sede de SNC-Lavalin. “Pero ese comentario no era de naturaleza partidista”, aseguró, recordando los 9.000 puestos de trabajo que estaban en juego en Canadá.

Un mes justo después de que estallara ese escándalo, Trudeau lamentó la “erosión de confianza” entre Wilson-Raybould y su entorno, insistiendo en que “la integridad de las instituciones” había sido preservada.

En declaraciones ante el Comité de Justicia de la Cámara de los Comunes, que abrió una investigación, Wilson-Raybould indicó haber sido degradada al puesto de secretaria de Veteranos por no ceder a las presiones.

El miércoles, un exasesor de confianza de Justin Trudeau, Gerald Butts, salió en defensa del primer ministro, en caída libre en los sondeos.

“Estoy convencido de que aquí no sucedió nada más allá de las operaciones normales del gobierno”, dijo Butts, uno de los impulsores de la victoria de Trudeau y su amigo personal. Las tensiones se agravaron aún más el lunes con la renuncia de la secretaria de Presupuesto, Jane Philpott, que dijo “haber perdido la confianza” en el gobierno liberal.

En febrero, el diario The Globe and Mail publicó que Wilson Raybould había denunciado presiones “inapropiadas” de la oficina del primer ministro durante meses para que no procesara a la mencionada firma.