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El abuso sexual destruye el mito del nobel de Óscar Arias

  • 09 febrero 2019 /

El lunes, una médico y activista denunció al expresidente de Costa Rica Óscar Arias ante las autoridades judiciales por abuso sexual Cinco mujeres más rompieron el silencio y relatan hostigamiento por parte del premio nobel de la paz.

    San José, Costa Rica

    “Abrí el fólder, le expliqué, y ya cuando terminamos yo me levanté dándole la espalda. Entonces, él me agarró por detrás y me tocó los senos. Yo le dije que no, y que él estaba casado. Ese fue mi no. Fue lo único que se me ocurrió decirle. Yo había conocido a la esposa”, relató la médico y activista contra las armas nucleares costarricense Alexandra Arce von Herold, quien abrió la caja de Pandora al interponer una denuncia judicial contra el expresidente Óscar Arias.

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    proceso judicial pendiente, relacionado al ejercicio del poder ejecutivo, tiene el expresidente. Está acusado de prevaricato, un delito que se refiere a la firma de resoluciones contrarias a la ley o basadas en hechos falsos y que estipula penas de cárcel de entre dos y seis años. La acusación se basa en la firma de decretos en 2008.

    Según la joven de 34 años, el hecho ocurrió el 1 de diciembre de 2014, en la casa del dos veces presidente de Costa Rica, cuando lo visitó como parte de su labor antibélica.

    Atrapada en la casa del Premio Nobel de la Paz, Arce asegura que la “siguió tocando, me metió los dedos en la vagina y me tocó toda y me besó. Y después dijo que me esperara y salió de la oficina. Yo no sabía qué hacer, me sentía atrapada en ese momento”.

    Después del incidente, el influyente político mantuvo el acoso -asegura la joven- por medio de llamadas telefónicas, redes sociales y hasta por correo electrónico.

    Cuatro años después sorprende al país y al mundo al acusar ante los tribunales a la figura más importante de la sociedad costarricense.

    Decenas de mujeres convocadas por el grupo feminista y el movimiento “Ni una menos Costa Rica” marcharon la noche del viernes por el centro de San José en apoyo a las denunciantes de delitos sexuales.

    “La decisión en cuanto a denunciar sucedió desde el año pasado, por todos los movimientos que han salido del #Metoo y otras figuras públicas que han denunciado y que les han hecho caso, entonces eso me ha ido empoderando y pienso en todas las muchachas que han sido víctimas y que tal vez lo que me pasó a mí le puede pasar a todas las activistas de ahora”, aseguró.

    En la denuncia contra Arias la activista hace referencia a 15 personas que pueden brindar su testimonio sobre el caso. Además, como prueba documental aportó correos electrónicos y chats, entre otros documentos.

    Foto: La Prensa

    Eleonora Antillón

    “Estaba sentada frente a su escritorio, se me acercó, me tomó la mano y me la puso en su pene, que estaba erecto. Yo lo empujé y me puse de pie y él se me lanzó”, narró la periodista costarricense “Nono” Antillón, quien admitió que nunca denunció los hechos porque “la sociedad no está preparada para creernos”.

    Confesó que Arias la agredió sexualmente en 1986, cuando era candidato presidencial y ella era una joven asesora de prensa, de 25 años de edad, contratada por el entonces candidato. Antillón, ahora de 60 años, dijo que cumplió su contrato de tres meses en la campaña y volvió a su trabajo habitual. Pero empezó a vestirse con sencillez para no llamar la atención y prefería la compañía de mujeres.

    Emma Daly

    “Le hice una pregunta, y en vez de responder, él literalmente puso sus manos sobre mi pecho, entre mis senos y dijo: ‘¡No llevas brasier!... Estaba tan aturdida que todo lo que pude pensar era en decir, ‘¡Sí, lo tengo!’”, cuenta la periodista británica Emma Daly.

    Cuando sucedió el hecho, la ahora directora de comunicaciones de Human Rights Watch, era una reportera de 25 años que laboraba para Reuters y The Tico Times. Esa experiencia la vivió en 1990 en el lobby de un hotel de Managua, cuando intentó entrevistar a Arias.

    “No me lastimó físicamente como le pasó a otras personas... Fue la humillación de haber sentido que no importas de ninguna manera”.

    Marta Araya

    La editora del libro de Óscar Arias Con velas, timón y brújulas (2012), asegura que el exmandatario hizo “múltiples avances sexuales no deseados” a lo largo de varias semanas de ese año cuando se reunían para brindarle asistencia mientras él escribía el libro. Araya era entonces coordinadora de proyectos editoriales en Librería Internacional.

    Reveló que en dos ocasiones, él le tocó una pierna mientras estaban en la oficina. Incluso él ofreció darle un masaje (una “sobadita” según su testimonio), a lo que también se negó.

    “Quiero chinearte. Darte un masaje en las piernas”, le dijo el expresidente.

    Asegura que compartió lo ocurrido con varias personas, entre ellas su jefe en la librería y amigos cercanos.

    Mónica Morales

    Otra periodista costarricense que compartió su mala experiencia ocurrida en 2013 en la casa del político.

    Ella tenía 27 años y acudió a entrevistar a Arias luego que la Asamblea General de la ONU aprobara, ese año, el Tratado de Comercio de Armas. “Al finalizar la entrevista se desplazó a su escritorio para buscar algunas fotos en su computadora. Allí me insinuó que me sentara sobre su pierna para que pudiera ver en la pantalla. No sé qué cara hice, pero recuerdo que me mencionó que su esposa no se iba a enojar… El hecho no pasó a más. No hubo una agresión sexual, por suerte. Salí asustada y abrumada”, relató Morales, quien no interpondrá denuncia.

    Yazmín Morales

    La ex miss Costa Rica 1994, Yazmín Morales, una filóloga de 48 años, contó el viernes al diario local La Nación que se animó a presentar una demanda judicial por abuso sexual contra Arias tras conocer la denuncia de Arce von Herold.

    Loremsmos
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    Aseguró que llegó a la casa de Arias en San José porque él la contactó mediante Facebook para regalarle el libro Con Velas, Timón y Brújula, ya que ella lo admiraba mucho.

    “Cuando ya yo me iba acercando a la puerta él se puso frente a mí, se atravesó en la puerta que estaba cerrada. Yo soy más alta que él, sin embargo, me agarró de la cabeza, yo andaba con el cabello suelto. Me agarró, me acercó a la fuerza a su cuerpo, o sea, quedando cuerpo con cuerpo... me tocó mis senos por encima de la ropa y luego me dio un beso en contra de mi voluntad”, relató sobre los hechos que, según su denuncia, ocurrieron en 2015.

    “Yo me quité, me quedé congelada, no sabía qué decirle, lo único que se me ocurrió decirle fue: ‘Don Óscar, ya tengo que irme’. Me acerqué a la puerta, se apartó, yo me quedé en shock, no esperaba algo así de una persona tan reconocida y a quien yo admiraba muchísimo”.

    Dijo que después del encuentro intentó denunciar a Arias, pero dos abogados le dijeron que no era conveniente. “Consulté a unos abogados y me dijeron que no me lo aconsejaban porque nadie me creería”, recordó.

    Arias, un “don Juan”, según cable del embajador de EUA
    Hace 13 años, un cable del exembajador de Estados Unidos en Costa Rica, Mark Langdale calificó al expresidente Óscar Arias como un “don Juan”.

    El exdiplomático estadounidense realizó un amplio perfil del exmandatario, y premio Nobel de la Paz, luego de que este resultara electo para su segundo mandato en 2006.

    “A pesar de su flemático y lúgubre aspecto, Arias goza de una reputación como don Juan”, señala el cable fechado en 2006, divulgado en 2011 por el sitio Wikileaks de Julian Assange, y replicado en Costa Rica por el diario La Nación.

    “Arias tiene la voz y los movimientos de un hombre que parece mucho más viejo que sus 65 años. Usualmente está encorvado cuando se sienta y es inexpresivo. Es lento para responder preguntas”, así describe el cable diplomático estadounidense de manera poco positiva al expresidente.

    También describe que el político tico gusta de ser admirado y codearse con ricos y famosos como Jane Fonda, Paul Newman, John Kerry, entre otros.