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Billy Graham, el embajador del cielo en la Tierra

  • 24 febrero 2018 /

El “pastor de los presidentes” y de Estados Unidos ejerció una gran influencia en la Casa Blanca y en la vida de varios millones de personas de todo el mundo.

    William Franklin Graham Jr. fue el predicador más conocido del mundo, el consejero espiritual de una docena de presidentes de su país y escritor de un sinnúmero de best sellers. Su partida fue llorada por miles de personas que sintieron sus vidas impactadas gracias a los potentes sermones del “pastor de América”, como era conocido. Graham murió el miércoles pasado en su residencia en Carolina del Norte (sureste de Estados Unidos), tras sufrir de cáncer de próstata y de la enfermedad de Parkinson.

    “El GRAN Billy Graham murió. ¡Era único! Les hará falta a los cristianos y a todas las religiones. Un hombre muy especial”, escribió el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, en Twitter.

    “Mi mayor consuelo es que pertenezco a Cristo y que poco importa lo que suceda, no me dejará ni abandonará jamás”, había dicho Graham al Minneapolis Tribune.

    Graham se convirtió en una celebridad a finales de la década de los 40, por sus apasionados sermones. Desde entonces hasta el año 2000 multiplicó sus predicas por varios puntos del planeta, entre ellos la Unión Soviética y China. Llegó incluso a Corea del Norte en 1992 y 1994.

    Graham, una de las figuras más carismáticas del protestantismo, ha sido invitado a la Casa Blanca por cada presidente desde el mandato de Harry Truman (1945-1953).

    Entre las personalidades que se reunieron con él se encuentra la reina Isabel. Graham aparece como el confidente de la joven soberana en la serie de Netflix “The Crown”.

    Conoció a Juan Pablo II, la Madre Teresa y a George W. Bush, quien llegó a confesar que dejó de beber alcohol y “encontró el camino de dios” gracias a Graham.

    El padre de George W. Bush, el también expresidente George H.W. Bush, lo invitó a rezar en la Casa Blanca en 1991 para ayudarlo a superar el primer día de la Guerra del Golfo.

    “Pienso que Billy no solo llegó al corazón de los cristianos sino también de personas de todas las religiones porque era un hombre tan bueno”, dijo Bush padre en un comunicado.”Tengo el privilegio de haberlo tenido como amigo personal (...) Fue un mentor para muchos de mis hijos”, añadió.

    El expresidente Jimmy Carter dijo estar “profundamente entristecido” por la muerte de quien “forjó la vida espiritual de decenas de millones de personas en el mundo”.

    Fue “un humilde servidor que oró por tanta gente y quien, con sabiduría y gracia dio esperanza y orientación a generaciones de estadounidenses”, expresó por su parte el expresidente Barack Obama.

    “Billy terminó su larga y bella carrera dejando detrás un mundo mejor y aspirando a su lugar en la gloria”, dijo el exmandatario Bill Clinton. “Sus poderosas palabras y la convicción que transmitían llegaron a innumerables corazones y espíritus”, añadió.

    El Arzobispo de Canterbury Justin Welby, primera personalidad religiosa de la iglesia Anglicana, lo consideró “un ejemplo para generaciones de cristianos modernos”.

    En 60 años de carrera, quien ha sido nombrado “el pastor de América” organizó más de 400 convenciones en estadios y salas de concierto, llevó a cabo “cruzadas” en 185 países, escribió una treintena de libros traducidos en unos 40 idiomas y pronunció sermones que fueron seguidos por hasta un total de 2.200 millones de telespectadores.

    Predicador mediático

    Desde 1950, Graham - de gran carisma - supo aprovechar el uso de la radio y televisión para reactivar el movimiento evangélico. A través de estos medios atrajo a las masas y se convirtió en un pionero del “teleevangelismo”.

    En 1953, se opuso a dar sermones en lugares en que el público estuviese separado entre blancos y negros, lo que aportó a acelerar el fin de la segregación en su país.

    Considerado como una presencia reconfortante en tiempos de crisis, dirigió un servicio religioso nacional tras los atentados del 11 de septiembre de 2001, dirigió el servicio en el entierro del presidente Lyndon Johnson en 1973 y también tomó la palabra en los funerales de Richard Nixon en 1994.

    Nacido el 7 de noviembre de 1918, Graham fue el mayor de cuatro hermanos criados en una granja lechera de Charlotte, Carolina del Norte.

    Pastor baptista desde 1939, se casó con la hija de un misionero cristiano en China, Ruth McCue Bell, fallecida en 2007 a los 87 años. La pareja tuvo cinco hijos y pese a los 64 años de matrimonio, Ruth McCue Bell siguió siendo presbiteriana.

    Su hijo mayor, William Franklin Graham III, de 65 años, continuó con el camino de su padre. Desde 1982 es pastor evangelista y dirige la asociación evangelista Billy Graham desde 1995.

    Su otro hijo, Nelson, y una de sus hijas, Anne Graham Lotz, también son predicadores. Ella ha escrito varias obras.