19/04/2024
10:58 AM

Ferrari, lujo y perfección estética

Un día de marzo de 1947 el empresario Enzo Ferrari arrancó por primera vez un coche que llevaba su nombre, el Ferrari 125 S, un evento que cambiaría la historia del automovilismo y que la marca italiana conmemoró al celebrar sus 70 años.

    Redacción.

    El 12 de marzo de 1947, Enzo Ferrari salía de las puertas de la escudería de Maranello (Modena, norte de Italia) a bordo de su nueva creación y los representantes del “Cavallino Rampante” decidieron repetir esa escena en la actualidad, abriendo una fiesta que durará todo el año.

    A lo largo de este año serán más de 60 los países que serán sede de las celebraciones de Ferrari, unas fiestas que la fábrica italiana denominó “Driven by Emotion” (Guiados por la Emoción), refiriéndose a la pasión que siempre puso en la creación de sus bólidos.

    Sin embargo, la marca Ferrari ya existía desde 1929, pero los pilotos del empresario italiano corrían con coches proporcionados por Alfa Romeo, antes de que fuera estrenado el primer vehículo enteramente producido por la fábrica de Modena.

    Para un “ferrarista”, como son denominados en Italia los expertos de Ferrari, el 250 GTO es pura leyenda y la misma casa italiana le define como “la síntesis perfecta” de su filosofía: compaginar la perfección estética a unas prestaciones de máximo nivel.
    Evolución

    En ese día de la inmediata posguerra, Ferrari empezó un proceso que le llevó a convertirse en un símbolo mundial de los coches deportivos y que quiere exaltar ahora lanzando un nuevo, muy exclusivo, bólido: el LaFerrari Aperta.

    Con un motor híbrido de 963 caballos, se han fabricado 209 unidades de LaFerrari Aperta y, como de costumbre en la casa italiana, se vendieron sólo a los clientes más fieles para mantener el carácter de exclusividad en el que siempre se basó.

    El coche fue estrenado en septiembre de 2016 por el actual piloto de Fórmula Uno alemán, Sebastian Vettel, y sólo doscientas personas tuvieron la posibilidad de comprarlo, ya que la venta de los otros nueve vehículos no estaba abierta al público.

    Con la nueva creación, cuyo precio rozaba los 2 millones de dólares, Ferrari quiso entrelazar las últimas tecnologías con el encanto antiguo del 125 S y homenajearse con otro bólido destinado a enriquecer sus 70 años de historia.

    El “Cavallino Rampante” iba haciéndose con una fama mundial y no le faltaban pretendientes también desde el mundo del cine de Hollywood, como el estadounidense Steve McQueen, entre otros.
    Son muchos los automóviles que marcaron, año tras año, el nombre de Ferrari: desde el citado 125 S, al 166 Inter de 1948, del 250 GTO al 275 GTB, símbolos de los años 60, hasta llegar a los más recientes 360 Spider o el 599 GTO.

    El primer Ferrari contaba con un motor de 1,500 centímetros cúbicos y alcanzaba una velocidad máxima de 210 kilómetros por hora, aunque ya en los años 50 la fábrica de Maranello construía bólidos que se acercaban a los 300 kilómetros por hora.

    El “Cavallino Rampante” iba haciéndose con una fama mundial y no le faltaban pretendientes también desde el mundo del cine de Hollywood, como el estadounidense Steve McQueen, entre otros.

    El célebre actor compró en 1967 uno de los diez ejemplares del 275 GTB/4 Nart Spider, un coche que fue vendido en 2013 en una subasta de California a cambio de 27.5 millones de dólares.

    Se trataba de un precio récord, aunque ya el año siguiente el Ferrari 250 GTO le superó, al ser vendido por 38 millones de dólares en otra subasta californiana.



    Nacido para competir

    Para un “ferrarista”, como son denominados en Italia los expertos de Ferrari, el 250 GTO es pura leyenda y la misma casa italiana le define como “la síntesis perfecta” de su filosofía: compaginar la perfección estética a unas prestaciones de máximo nivel.

    Pero Ferrari no es sólo esto, sino un monoplaza nacido para competir y que marcó la historia de todos los campeonatos mundiales de Fórmula Uno, al ser el más ganador de siempre, con 15 mundiales de pilotos y 16 de constructores, por un total de 224 carreras ganadas.

    A ellos hay que añadir 9 triunfos en la 24 Horas de Le Mans, 12 victorias en la Mille Miglia (Mil Millas) y 7 en la Targa Florio (también conocida como Giro de Sicilia) y 2 carreras Panamericanas, entre otras.

    Y es que la experiencia de Ferrari en los Gran Premios empezó con una retirada por la rotura de la bomba de alimentación en un Gran Premio celebrado el 11 de mayo 1947 en Piacenza (norte de Italia). Sin embargo, Enzo Ferrari nunca perdió la confianza y definió ese fallo como un “fracaso prometedor”. La historia de sus bólidos le dio la razón. El primer piloto en hacerse con el título mundial fue el milanés Alberto Ascari, que triunfó en 1952 y 1953, seguido en 1955 por la leyenda argentina Juan Manuel Fangio, que regaló a Enzo Ferrari su tercer campeonato mundial.

    Fangio pasó a la historia de la Formula Uno por ganar cinco títulos después de cumplir los 40 años y estableció un récord de triunfos que duraría 48 años, hasta que el alemán Michael Schumacher le superara en 2003. Sin embargo, el argentino nunca entró completamente en el corazón de Enzo Ferrari, ya que después de conquistar el Mundial de 1955 firmó con el rival Maserati, equipo con el que ganó precisamente su quinto campeonato.

    El británico Mike Hawthorne, campeón en 1958, el estadounidense Phill Hill (1961) y el también británico John Surtees (1964), permitieron al “Cavallino Rampante” alcanzar los seis triunfos mundiales en los primeros 14 años de competiciones en la Formula Uno.