Tegucigalpa, Honduras.
Recibir el agua potable cada nueve días como sucedió en 2020 ha sido una de las peores crisis que han vivido los capitalinos en los últimos 10 años.
El problema se agudiza por la falta de construcción de represas en la ciudad e inviernos que no son tan favorables.
Desde febrero de 2019 comenzaron los fuertes racionamientos y se dio suministro del vital líquido cada cuatro días, para mayo de 2020 dotaban el agua cada nueve días, fueron 15 meses de una severa crisis por agua potable.
Para junio del año pasado se comenzó a brindar el servicio cada tres días.
Desde antes de que llegaran los huracanes Eta y Iota las represas de la capital ya estaban a sus máximos niveles, los cuales se mantuvieron hasta finales de 2020. Hasta ayer la represa Los Laureles tenía un 57% de su capacidad, que representa seis millones de metros cúbicos de agua.
Por su parte, La Concepción acumula 24.5 millones de metros cúbicos de agua, que equivalen al 67%, según datos del Servicio Autónomo Nacional de Acueductos y Alcantarillados (Sanaa).
“El año pasado nosotros enfrentábamos una crisis por falta de agua para consumo humano y las actividades productivas, para este mes en el año anterior el promedio de los niveles de los embalses era de un 25%.
Las lluvias de 2020 nos dejaron buenos niveles para una mejor distribución durante este año”, explicó Héctor Sevilla, gerente del Sanaa. Durante los tres meses y 14 días de 2021, el servicio de agua potable se mantiene cada dos y tres días. “No se está sufriendo como el año pasado, estamos llegando al final de la época del verano y el nivel promedio entre las dos represas es del 65%”, agregó Sevilla.
Hoy las autoridades del Sanaa y otras instituciones sostendrán una reunión para conocer los escenarios de las lluvias que se presentarán en este invierno.
Según las autoridades del Centro Nacional de Estudios Atmosféricos, Oceanográficos y Sísmicos (Cenaos), para abril y mayo se reportarán recurrente precipitaciones en el Distrito Central.
