El tráfico vehicular es intenso en el segundo anillo de Circunvalación de la ciudad.
Los ingenieros calculan que en tiempo normal pasan unos 30,000 carros diarios, cantidad que se ha reducido por la pandemia.
La mitad de esos vehículos, unos 15,000, son carros pesados que toman esta arteria como ruta obligada para no ingresar al centro de San Pedro Sula.
Las medianas están sucias y enmontadas y no hay supervisión de ningún tipo, denuncian pobladores de colonias aledañas.
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Han pasado cinco años y la vía presenta baches, medianas enmontadas, en algunos sitios ya no se ven las señales y los basureros clandestinos han aumentado.
Los conductores también se quejan porque en algunos tramos no hay iluminación. Iniciando el recorrido desde el intercambiador del norte se nota la diferencia. El mantenimiento de esta obra es permanente y luce limpio, ya que está a cargo del consorcio Siglo 21.
Al seguir el recorrido de norte a sur por la trocha nueva se comienzan a observar algunas grietas, pero el mayor problema es la suciedad en el sector. Hay promontorios de basura por todos lados.
Otro de los grandes problemas es la basura por todo el sector, donde se han formado basureros clandestinos.
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Para los peatones cruzar algunos tramos en el segundo anillo es una verdadera odisea porque las medianas están sucias y enmontadas, dificultando el paso. Los pobladores de las colonias aledañas aseguran que a diario llegan trocos y carros a descargar basura.