17/04/2024
03:28 PM

Australia, amenazada por un megaincendio

  • 11 enero 2020 /

Vientos huracanados unieron dos fuegos y crearon un gran incendio que asola una zona cuatro veces más grande que Nueva York

    Sídney.

    Vientos huracanados provocaron el viernes en el sudeste de Australia la fusión de dos enormes incendios, convirtiéndolo en un gigantesco fuego que asola un territorio equivalente a cuatro veces la superficie de la ciudad de Nueva York.

    “Las condiciones son duras. Los vientos cálidos y secos vuelven a constituir un verdadero desafío”, afirmó Shane Fitzsimmons, jefe de bomberos en las zonas rurales de Nueva Gales del Sur, tras algunos días de relativa calma.

    LEA: Miles de australianos protestan por los incendios que están arrasando su país

    Como se temía, el viernes las temperaturas subieron hasta los 40 ºC en varias partes del Nueva Gales del Sur y del vecino Victoria, donde se han unido dos fuegos para formar un “megaincendio”.

    El estado de catástrofe natural fue ampliado el jueves por 48 horas en Victoria debido a las fuertes temperaturas que se esperaban para el viernes. Varias órdenes de evacuación se emitieron a los habitantes de las zonas fronterizas entre los estados de Nueva Gales del Sur y de Victoria.

    La primera ministra del Nueva Gales del Sur, Gladys Berejiklian, afirmó que había más de 130 fuegos activos en su estado, de los cuales unos 50 aún están fuera de control. La situación era también especialmente preocupante en la isla Canguro, en el sur de Australia, cuya principal localidad, Kingscote, estaba aislada del resto del mundo debido a los enormes incendios.

    Ante la fuerza de las llamas, las autoridades le pedieron a unas 240,000 personas que evacuaran diversas zonas amenazadas por los incendios forestales en el estado de Victoria, mediante mensajes de texto enviados. En Victoria, estado que en febrero de 2009 vivió el peor incendio de la historia de Australia, con 173 fallecidos, se emitieron seis alertas de emergencia y tres de evacuación antes por considerarse que los fuegos pondrían en riesgo la vida. Australia padece desde septiembre una catastrófica crisis de incendios forestales.

    Sobrevivir a la extinción

    Cuando la voluntaria Sarah Price encontró un bebé canguro asustado pero milagrosamente vivo en la bolsa de su madre moribunda en medio de los incendios forestales, le pareció oportuno llamarlo “Suerte”.

    Madre e hijo habían salido vivos de las llamas, pero horas después, la madre murió por estrés agudo y se sumó a los mil millones de animales que han perecido en los incendios desde septiembre.

    “Suerte” fue instalada en una bolsa en una habitación oscura y se está recuperando lentamente. Come y bebe con frecuencia. Su historia es de las pocas que han tenido un final feliz, en medio del desastre que conmocionó incluso a los voluntarios acostumbrados a los incendios estivales australianos.

    “El número de animales rescatados o que necesitan ser atendidos que estamos recibiendo no es el que habíamos previsto”, dijo Price, que trabaja para el grupo de rescate de vida silvestre WIRES, dando a entender que “muchos perecieron en los incendios”.

    Devastadoras imágenes de koalas con el pelaje chamuscado, zarigüeyas con patas quemadas y canguros carbonizados han dado la vuelta al mundo y se convirtieron en el símbolo de un país golpeado por los efectos del cambio climático. Se cree que animales menos visibles, como ranas, insectos, invertebrados y reptiles, también han sido gravemente afectados.

    Los expertos advierten que los animales que sobreviven también deben luchar por mantenerse en vida.

    “Muchos de los animales mueren después del incendio por falta de alimento y refugio” o son devorados por otros animales, explicó Mathew Crowther, profesor de la Universidad de Sídney.

    En Victoria, donde la temporada de incendios solamente acaba de comenzar, los veterinarios aseguran haber visto koalas, aves, ualabíes y zarigüeyas con quemaduras y problemas respiratorios. “Muchos han tenido que ser sacrificados, otros fueron salvados, y pocos han regresado al hábitat natural restante”, informó una portavoz de los zoológicos de Victoria.

    La Isla Canguro

    Australia ya tenía la tasa de extinción de mamíferos más alta del mundo y se teme que los incendios forestales provoquen además extinciones localizadas.

    “Las poblaciones (de canguros) generalmente tratan de agruparse. Cuando regresan, obviamente, el césped ya no es verde, el follaje ya no está allí, los arbustos han desaparecido, los árboles se quemaron”, lamentó Price.

    Un tercio de Isla Canguro, un paraíso para los animales frente a las costas de Australia meridional, ha sido arrasado y puede que algunas especies únicas de la zona hayan desaparecido.

    “Quedan pocos hábitats para muchas especies. Esto puede provocar extinciones locales”, declaró a la cadena de televisión australiana ABC John Woinarski, del Threatened Species Recovery Hub, un programa público para proteger la fauna. Los incendios están siendo una especie de “holocausto” para los animales, agregó.

    Por ejemplo, se estima que la mitad de la única población de koalas de Australia “libre de infecciones”, que vivía en la Isla de los Canguros, está muerta o gravemente herida. De este grupo depende en gran parte el futuro de la especie.

    Por otra parte, el ratón marsupial de la isla ya estaba en la lista de las diez especies más amenazadas y ahora está en peligro de extinción.

    El profesor de la Universidad de Sídney, Chris Dickman, considera que sus cálculos, que estiman que 1,000 millones de animales murieron, son “muy conservadores”.

    Según el profesor, lo que ocurre en Australia es sólo la antesala de los impactos que el cambio climático podría generar en otras partes del mundo.

    El profesor Crowther consideró por su parte que después de los incendios varias especies deberán ser protegidas para evitar su extinción. Además, los bosques quemados tardarán décadas en recuperarse y los expertos calculan que se necesitará una inversión considerable para restaurar los hábitats y dar a animales como “Suerte” la oportunidad de sobrevivir.

    Famosos se unen para ayudar

    El actor Chris Hemsworth y su mujer, Elsa Pataky, anunciaron que donarían un millón de dólares australianos AUD (700,000 dólares estadounidenses), mientras que las cantantes Kylie y Danni Minogue prometieron 500,000 AUD para los bomberos de las zonas rurales, igual que Nicole Kidman y su marido Keith Urban.

    Sus compatriotas Russell Crowe -que en los Globos de Oro lanzó un mensaje sobre esta catástrofe- y Rebel Wilson también se comprometieron a efectuar donaciones, igual que la cantante Dami Im, que representó en 2018 a su país en el concurso de Eurovisión.

    Deportistas como el piloto Lewis Hamilton, los jugadores de tenis Novak Djokovic, Ashleigh Barty o Maria Sharapova, o las estrellas de críquet Chris Lynn y Glenn Maxwell anunciaron que entregarían parte de sus ganancias.

    El miércoles, los organizadores del Open de Australia, que se inicia en los próximos días, hicieron saber que las leyendas Roger Federer, Serena Williams y Rafael Nadal participarán este próximo miércoles en partidos de exhibición para recaudar fondos, igual que Naomi Osaka, Caroline Wozniacki, Nick Kyrgios y Stefanos Tsitsipas. Varios famosos estadounidenses se han movilizado: Kylie Jenner, la menor del clan Kardashian-Jenner, las cantantes Pink y Lizzo, el cantante Shawn Mendes, la estrella de televisión Ellen DeGeneres y la actriz Patricia Arquette. Leonardo DiCaprio, a través de su organización Earth Alliance, ha prometido 3 millones de dólares estadounidenses.

    Elton John anunció el martes durante un concierto que donaría un millón de dólares. Metallica prometió por su parte $500,000 para los bomberos. Otras celebridades, como Margot Robbie, Naomi Watts o Hugh Jackman también indicaron que harían donaciones, aunque sin precisar el monto.