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Un moderno tren moverá comercio entre el sur y Puerto Cortés

  • 02 noviembre 2019 /

La idea es crear una ruta paralela al Canal Seco para aumentar el flujo de mercaderías hacia el Atlántico, dado el crecimiento que ha experimentado el muelle de Cortés.

    Tegucigalpa, Honduras.

    Honduras forma parte de una iniciativa regional por medio de la cual varios países del istmo pondrán a funcionar un sistema de trenes que movilice personas y carga a gran escala en el Pacífico de Centroamérica.

    Este megaproyecto cuenta con el visto bueno del Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE), que ya tiene avances sustanciales para poner en marcha esa enorme red ferroviaria, cuya idea original surgió hace más de un siglo.

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    El tren en Honduras, igual que en cualquier otro país de la región, costaría entre 2,000 y 5,000 millones de dólares (entre 49,400 y 123,500 millones de lempiras, al cambio actual), según cálculos preliminares del BCIE.

    Hasta ahora, cada país tiene trazada la ruta que cruzarán sus trenes, pero la idea futura es unir a la región a través de este sistema de comunicación.

    Yo espero que en los próximos cinco o 10 años tengamos muy avanzado el
    ferrocarril

    Dante Mossi, presidente del BCIE

    En el caso específico de Honduras, el plan es crear un tren que recorra una ruta similar al Canal Seco que va desde El Amatillo, Valle, a Puerto Cortés, y cuya distancia es de unos 300 kilómetros.

    La idea es aprovechar el enorme potencial de Puerto Cortés que se ha convertido en el muelle de mayor salida de mercaderías para los Estados Unidos.

    En una amplia entrevista, el presidente del Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE), Dante Mossi, explicó a LA PRENSA detalles de ese ambicioso proyecto ferroviario que será apoyado en gran parte por ese banco regional.

    La iniciativa.

    Mossi comenzó su relato sobre este megaproyecto recordando que fue el Grupo Atlántida, después de hacer un análisis, que se acercó a preguntar si el BCIE podría ayudar a organizar un plan para poner en marcha un tren que uniera a Honduras con El Salvador, porque el Corredor Seco entre El Amatillo, Valle-Puerto Cortés incrementará el volumen de carga, y se necesitará una alternativa para mover todo ese tráfico por el corredor del Pacífico centroamericano.

    Es un proyecto de alta envergadura, para lo cual se requiere un riguroso análisis

    Juan carlos sikaffy, presidente del Cohep

    La respuesta del BCIE al Grupo Atlántida fue positiva, relató Mossi. Grupo Atlántida es actualmente uno de los concesionarios de Puerto Cortés.

    Dante expresó que Puerto Cortés ha sido exitoso en mover carga de la región centroamericana a los Estados Unidos, y es una ventaja que solo la tienen otros dos puertos en Colombia y Brasil, lo que lo vuelve atractivo para que a la par se desarrollen grandes proyectos, como una vía ferroviaria que una a varios países de la región.

    El pasado mes de agosto, el BCIE afirmó en un comunicado en San Pedro Sula que atendiendo nuevos modos de transporte de carga y pasajeros se adhirió a la “Política del Marco Regional de Movilidad y Logística”.

    El BCIE pretende que Centroamérica cuente con un sistema ferroviario moderno, y por eso está impulsando el desarrollo de la infraestructura ferroviaria y su conexión intermodal, a través de la electromovilidad.

    Este sistema está fundamentado en la reducción de CO2 y la resiliencia (capacidad de afrontar la adversidad) de las tecnologías constructivas de este modo de transporte, señaló el banco regional en ese comunicado.

    Como parte de esta importante iniciativa informaron que ya están apoyando la formulación y posterior aprobación de importantes proyectos, como el tren eléctrico de pasajeros y el tren de carga limonense en Costa Rica y el tren del Pacífico en El Salvador, adonde se potenciará la inversión del sector privado.

    Claves
    1.
    El BCIE financiará los estudios de factibilidad que determinen la ruta que deberá seguir el tren que unirá el sur del país con Puerto Cortés
    2.
    De acuerdo con la ley del BCIE, cuando los estudios de factibilidad salen negativos, el país no está obligado a pagarlos.
    3.
    Las estimaciones del presidente del BCIE son que esa vía ferroviaria podría construirse en un período de 5 a 10 años.

    Mossi indicó que el más avanzado con sus trámites para reactivar sus sistemas ferroviarios es Costa Rica, seguido de El Salvador.

    Dante explicó que en el caso de El Salvador, este país tiene un ferrocarril abandonado igual que Costa Rica, pero que en su campaña política, Nayib Bukele, ahora presidente de esa nación, prometió reactivar el tren del Pacífico.

    Una de las condiciones a favor de El Salvador, explicó Mossi, es que las Administradoras de Fondos de Pensiones (AFP) de ese país quieren apoyar este proyecto porque actualmente sus inversiones las están haciendo en otros países centroamericanos, menos en su propia nación.

    El Salvador tiene crisis de empleo porque su crecimiento económico es muy bajo por falta de grandes proyectos, entonces Bukele planteó ese proyecto, relató el presidente del BCIE.

    Mossi recordó que cuando planteó el caso por primera vez en Costa Rica, el actual presidente, Carlos Alvarado Quesada, le tomó la palabra y le comentó que tienen en manos dos iniciativas: el Tren del Atlántico y el Tren de San José, y ante ese interés el BCIE ya financió la preinversión de ambos proyectos, que pone a ese país adelante del resto de sus vecinos.

    El presidente del Consejo Hondureño de la Empresa Privada (Cohep), Juan Carlos Sikaffy, expresó al conocer el interés del proyecto que “una línea ferroviaria ha sido un sueño durante años”.

    Y agregó que en términos logísticos sería algo sumamente positivo, porque se podrá mandar mercaderías de océano a océano a costos competitivos.

    En la opinión del ejecutivo de la industria de la maquila Guillermo Matamoros, un tren aumentaría la productividad del país, por lo que los costos de transporte de carga disminuirían, haciendo más competitiva la producción nacional.

    Para el presidente del Colegio de Economistas (CHE), Luis Guifarro, con un tren que una los dos océanos se le cumpliría a la población una idea que nació hace más de un siglo, allá en la época dorada de las bananeras.