19/04/2024
09:06 AM

1,800 kilos de coca y 833 detenidos por narcotráfico reportan este año

Honduras es el único país que desmanteló carteles sin disparar un tiro, dicen analistas

Tegucigalpa, Honduras.

Desde 2014 al 10 de septiembre de 2019, la Fuerza de Seguridad Interinstitucional (Fusina) reporta que han detenido a 6,314 personas por delitos relacionados con la narcoactividad y 16,890 kilos de coca incautados en Honduras.

De esas cifras, este año van 833 detenidos y 1,800 kilos de coca interceptados en operaciones aéreas, marítimas y terrestres.

El reordenamiento de carteles y surgimiento de nuevas estructuras -explica un agente antinarcóticos- ha obligado a las organizaciones de narcotraficantes a cambiar estrategias y aprovechar zonas vulnerables para enviar pequeñas cargas de cocaína.

LEA: Entra en acción la nueva Fuerza Nacional contra el Narcotráfico

Claves en el combate
1.
Se diseñaron estrategias para incautaciones, pero aún no frenan el desplazamiento de grupos, según la Oficina para el Control de Drogas en Estados Unidos.
2.
En 2018 se creó la Dirección Policial Antinarcóticos. Tiene varios desafíos y trabaja en conjunto con el Grupo de Trabajo sobre Delitos Financieros.
3.
Dictan cursos sobre clasificación de drogas ilícitas, laboratorios clandestinos, precursores químicos y métodos utilizados para el tráfico.

“El reacomodo modifica las rutas, los patrones de operación de los grupos criminales y van con envíos más pequeños, ya sea en lanchas rápidas o aviones, lo que hace que la detección y la interdicción sean cada vez más desafiantes”, dijo el agente que por razones de seguridad pidió anonimato.

Para analistas como Raúl Pineda Alvarado, si se revisa el récord de incautaciones de Centroamérica, Panamá está decomisando cantidades mayores que los que hace el sistema de interdicción en Honduras.

409
detenidos por narcotráfico más reportaron las autoridades en operaciones ejecutadas en 2018.

“Esto solo tiene dos consecuencias: la droga la detiene Panamá y Costa Rica o aquí no se hace lo necesario para incautar. Me inclino por la segunda opción, pues el precio de la droga en el mercado se mantiene. Honduras pasó de 300 toneladas que transitaban hace una década a casi 700 con nuevas rutas en el sur, en el Pacífico, que antes no se conocían ni eran utilizadas”.

'Las drogas son un fenómeno complejo que no se resuelve solo con soldados o policías', Raúl Pineda Alvarado.

En lo que va del presente año, las autoridades han decomisado 215 kilos más de cocaína en relación a 2018, que fue de 1,585 kilos.

Evolución.

Pese a que en el país se desmantelaron los grandes “barones de la droga”, eso no ha impedido que el tráfico cese.

Los grupos evolucionan y las amenazas están latentes, y ante esto las autoridades policiales y militares aseguran que desarrollan todas sus capacidades para contrarrestar el tráfico de drogas y aumentar las incautaciones.

4
narcolaboratorios destruidos reportan que se localizaron hasta el 10 de septiembre de 2019.

“Se han fortalecido las capacidades en inteligencia e investigación, incorporando más recursos humanos, logísticos y tecnológicos para hacerle frente al crimen organizado.
Hay una coordinación interinstitucional para el control de las acciones del narcotráfico y sus organizaciones.

Se han incorporado nuevos instrumentos jurídicos”, explicó Orlin Cerrato, inspector general de la Policía.

'Las operaciones son permanentes. Los equipos están por mar, tierra y aire', José Coello, vocero de Fusina.

Limitantes.

Pese a que en el Informe de la Oficina de Control de Drogas de Estados Unidos concluye que Honduras avanzó en la mejora de la capacidad de investigación y la interoperabilidad de las fuerzas de seguridad para luchar contra los criminales, eso no se ha traducido en más incautaciones. “Hay radares para las tareas de interdicción, pero no están funcionando, y eso limita la capacidad de respuesta. Tenemos un gran desafío, pero voluntad se tiene de hacer bien las cosas”, expresó el agente antinarcóticos.

Mientras, agentes de Fusina siguen librando la lucha en las calles y buscan tener mayor éxito contra organizaciones de narcotráfico.

“Nuestro operar es permanente y la vigilancia está en todo ámbito. El trabajo es fuerte porque buscamos cerrar espacios a las redes criminales”, manifestó José Coello, vocero de Fusina.

Pese a los esfuerzos, el panorama es complejo, y Raúl Pineda asegura que el proceso de interdicción no lo está ganando Honduras. “Mientras se mantenga el mercado en Estados Unidos, el negocio va a continuar. Esta es una empresa criminal, un fenómeno social complejo que no se resuelve solo con soldados o policías”.