Choluteca, Honduras.
Continúan registrandose los ataques contra los empleados del transporte público en Honduras.
Este viernes fue acribillado el conductor de un bus en la ciudad de Choluteca, departamento homónimo en el sur de Honduras.
La víctima es Antonio Ávila (de 34 años), quien conducía su unidad de transporte cuando fue asesinado a balazos.
El hecho ocurrió en el bulevar Christian Sabas, frente al Centro Universitario Regional del Litoral Pacífico de la Unah.
Testigos informaron que sujetos armados abordaron el autobús y sin mediar palabras le hicieron varios disparos a Antonio Ávila, hasta acabar con su vida.
El motorista conducía el bus con registro 138, que cubre la ruta Ciudad Nueva al Centro de Choluteca.
El cadáver de Antonio Ávila quedó en su asiento; sus familiares, al enterarse del lamentable suceso, llegaron al la escena del crimen y se llevaron el cuerpo para su casa. Se conoció que atentes policiales buscaron la vivienda para recabar un informe médico, asimismo para esperar la llegada de Medicina Forense y proceder con el levantamiento legal.
Se desconoce el móvil del crimen, aunque se presume que puede tratarse del cobro de extorsión.
Los empleados del transporte público en Honduras son víctimas casi a diario de estructuras criminales, como maras y pandillas, que cobran extorsión para que operen en distintas ciudades del país; de no hacer efectivo el pago, los pandilleros atentan contra los conductores o sus ayudantes.
Continúan registrandose los ataques contra los empleados del transporte público en Honduras.
Este viernes fue acribillado el conductor de un bus en la ciudad de Choluteca, departamento homónimo en el sur de Honduras.
La víctima es Antonio Ávila (de 34 años), quien conducía su unidad de transporte cuando fue asesinado a balazos.
El hecho ocurrió en el bulevar Christian Sabas, frente al Centro Universitario Regional del Litoral Pacífico de la Unah.
Testigos informaron que sujetos armados abordaron el autobús y sin mediar palabras le hicieron varios disparos a Antonio Ávila, hasta acabar con su vida.
El motorista conducía el bus con registro 138, que cubre la ruta Ciudad Nueva al Centro de Choluteca.
El cadáver de Antonio Ávila quedó en su asiento; sus familiares, al enterarse del lamentable suceso, llegaron al la escena del crimen y se llevaron el cuerpo para su casa. Se conoció que atentes policiales buscaron la vivienda para recabar un informe médico, asimismo para esperar la llegada de Medicina Forense y proceder con el levantamiento legal.
Se desconoce el móvil del crimen, aunque se presume que puede tratarse del cobro de extorsión.
Los empleados del transporte público en Honduras son víctimas casi a diario de estructuras criminales, como maras y pandillas, que cobran extorsión para que operen en distintas ciudades del país; de no hacer efectivo el pago, los pandilleros atentan contra los conductores o sus ayudantes.
