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Mara Salvatrucha perpetró masacre en cementerio sampedrano, según la Policía

  • 06 agosto 2019 /

De acuerdo a las pesquisas de la Policía, los crímenes tienen como supuesto móvil un ajuste de cuentas por disputas de narcotráfico en cuanto al mercado de la distribución de drogas.

SAN PEDRO SULA.

Ocho encapuchados que andaban chalecos antibalas con logos policiales acribillaron ayer a cuatro parientes del fallecido narcotraficante Héctor Portillo Osorto, alias Gato Negro, en el cementerio donde iban a enterrar a un hijo suyo de nombre Marlon David Amador Portillo (de 27 años), a quien mataron el domingo.

Entre las víctimas hay dos primas, un primo y un hermano del joven Marlon David, a quien le iban a dar sepultura en el cementerio Jardines del Recuerdo de la colonia Altiplano.

Los muertos son Génesis Portillo, Eduard Alejandro Portillo y Oneyda Portillo, sobrinos del Gato Negro; y el otro victimado es Eduardo Daniel Amador Osorto (de 19 años), hijo del supuesto narcotraficante. En el ataque resultaron heridas cinco personas, cuatro identificadas como Alonso Portillo, Angie Portillo, Daniela Portillo, Litzy Portillo, todos ellos primos del hijo del Gato Negro.

El quinto herido es Marco Antonio Fúnez Romero, de quien se informó era amigo de la parentela victimada.

Los cinco fueron trasladados a un centro asistencial privado. Se informó que Litzy es gemela con la muchacha muerta Génesis Portillo, ambas de 16 años.

Foto: La Prensa

Marlon David Amador Portillo (de 27 años), hijo del fallecido narcotraficante Héctor Portillo Osorto, alias Gato Negro.
El ataque. Familiares de los ultimados relataron que a eso de las 9:30 am el cortejo fúnebre entró al cementerio.

Una parte de los carros, incluyendo el que transportaba el cadáver del joven Marlon David, ingresó por el portón principal del camposanto.

Otra parte de los vehículos hizo su ingreso por otro portón ubicado al extremo norte del cementerio.

Por ese portón ingresó un carro doble cabina color negro blindado, de cuyo interior empezaron a dispararle a una camioneta blanca en la cual se transportaban las cuatro personas ultimadas.

Según lo relatado por los testigos, el conductor de la camioneta aceleró la marcha y al llegar a uno de los estacionamientos del panteón los encapuchados siguieron atacando el automóvil con los fusiles AR-15 que portaban. Cuando los ocupantes de la camioneta llegaron al estacionamiento, cuatro de los homicidas se bajaron del doble cabina y los remataron.

Los encapuchados se ensañaron más con Eduard Alejandro Portillo (sobrino del Gato Negro), a quien le dispararon en reiteradas ocasiones a pesar de que ya estaba sin vida.

Foto: La Prensa

Eduardo Amador (19).
Los testigos dijeron que el carro doble cabina cuando perseguía a la camioneta se subió al área de las tumbas para conseguir su objetivo.

Las balas alcanzaron a las otras personas que resultaron heridas y que andaban en otros carros en el sepelio de Marlon David.

Los testigos indicaron que los tipos que se bajaron andaban encapuchados y con chalecos antibalas con el logo de la DPI y huyeron por el portón principal del cementerio rumbo al este. En el crimen participó otro vehículo tipo turismo color gris.

Foto: La Prensa

Cinco minutos de terror. De acuerdo a lo relatado por las personas que presenciaron el hecho, el crimen lo cometieron los encapuchados en unos cinco minutos, que fueron de terror.

La balacera provocó histeria en las personas que andaban en el entierro, por lo cual salieron corriendo despavoridas en diferentes direcciones para protegerse de las balas.

A los pocos minutos llegaron varias patrullas de la Policía Preventiva al cementerio y eso calmó un poco a los familiares de las víctimas. Eso fue aprovechado por los dolientes para meter en forma apresurada y nerviosa el ataúd de Marlon David Amador Portillo a la fosa que será su última morada.

Después de enterrar al joven comerciante, sus familiares prácticamente salieron huyendo del camposanto y ninguno de ellos se quedó para cuando hicieran el levantamiento de los cadáveres las autoridades competentes.

El caso. Las indagaciones de la Policía establecen que el objetivo de los homicidas era Eduard Alejandro Portillo y mataron el domingo a su primo Marlon David Amador Portillo, porque sabían que tenía que llegar al entierro de su pariente y allí lo matarían.

Foto: La Prensa

Conforme a las pesquisas de la Policía, los crímenes tienen como supuesto móvil un ajuste de cuentas de parte la Mara Salvatrucha por disputas de narcotráfico en cuanto al mercado de la distribución de drogas.

El cadáver de Eduard Alejandro Portillo quedó afuera de la camioneta cerca de la puerta del copiloto.

Génesis y Oneyda Portillo murieron en el asiento trasero del vehículo y el cuerpo de Eduardo Daniel Amador Osorto quedó en la cajuela del automóvil. Los cadáveres fueron levantados por las autoridades competentes a las 4:00 pm y trasladados a la morgue de la dirección regional de Medicina Forense.

La Policía informó que ayer requirieron un carro sospechoso de haber participado en el crimen.

El Gato Negro, originario de Orocuina, infundía el terror en la capital
SAN PEDRO SULA. El 18 de abril de 2010, Héctor Portillo, alias Gato Negro, fue encontrado ultimado en una hondonada de unos 150 metros, en la comunidad de Los Plátanos, Danlí.

Infundía terror en colonias capitalinas, inspiró muchas canciones de narcocorridos y su nombre fue reconocido. Portillo era de Orocuina, Choluteca, y fue uno de los narcotraficantes más reconocidos por imponer sus propias reglas y sembrar terror. Centró sus operaciones en Tegucigalpa y al inicio de sus actividades mantuvo un bajo perfil pues sus operaciones las realizaba en los mercados de Comayagüela. Vestía como un hombre de campo, sombrero, botas de cuero y jeans, sin embargo, se distinguía por llevar siempre su reloj de oro combinado con la hebilla de su faja de oro, las cadenas de oro y su pistola en la cintura.