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Barco zarpó con 56 marinos, pero en el mar subió a 32 más

  • 04 julio 2019 /

El barco tiene el registro número U-1807139 y partió a Puerto Lempira donde debía presentar toda la documentación de rigor para faenar. Fue allí donde abordó a los langosteros.

PUERTO LEMPIRA.

La vieja práctica de abordar en aguas afuera del puerto a más marinos una vez realizada la inspección oficial, es una de tres hipótesis que investigan los expertos que dirán qué fue lo que hizo zozobrar al barco Capitán Wally la madrugada del miércoles 3 de julio.

Sin duda alguna, el barco iba sobrecargado de personas.

Ese es el único extremo que confirman las circunstancias en torno al accidente y la propia Dirección General de la Marina Mercante quien afirma que el barco zarpó desde Puerto Lempira con su capacidad permitida, 56 personas, pero a la hora de la tragedia llevaba a 88 personas; es decir, 32 más.

Según documentación de la Marina Mercante, la embarcación es legal y certificada y cumple con todos los requisitos para faenar, entre ellos, llevar equipos de seguridad como chalecos salvavidas, botiquín con insumos médicos, luces de bengala para alertar en caso de problemas y otros utensilios que garantizan la correcta navegabilidad. Además de todos los permisos legales.

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El barco langostero comenzó su periplo en La Ceiba el martes 25 de junio a las 6:00 pm. Era conducido por el capitán Austin Elvis Haylock Almendárez, quien también falleció y cuyos restos fueron recuperados por su familia que radica en La Ceiba, y como primer oficial lo acompañaba Luis Armando Ortiz, quien logró sobrevivir.

El barco tiene el registro número U-1807139 y partió a Puerto Lempira donde debía presentar toda la documentación de rigor para faenar. Fue allí donde abordó a los langosteros.

Tras cumplir con todos los requisitos que establece la ley, el lunes 1 de julio partió desde el muelle de Puerto Lempira, en la laguna de Caratasca hacia los bancos de pesca en los márgenes del paralelo 15 que dividen a Honduras de Nicaragua.

Otra hipótesis que se investiga es que una ola golpeó la embarcación cuando se localizaba a 83 millas náuticas de la barra de Caratasca y que eso provocó el hundimiento. Aunque varios de los sobrevivientes coinciden en que a la hora del suceso, todos dormían y había buen clima.

La tercera conjetura que se analiza es el error humano en la operación del barco que zarpó con el permiso número 53847 emitido por la Capitanía de Puerto Lempira.

Relato. Los testimonios de varios de los sobrevivientes señalan que el naufragio ocurrió en la madrugada cuando todos dormían.

Debido al amontonamiento de producto en la sobrecarga, varios estaban dormidos dentro de la embarcación, unos casi sobre otros, y el resto dormía en la cubierta. Según sus relatos, los que se salvaron eran los que dormían afuera y pudieron nadar con mejor pericia cuando el barco se comenzó a hundir.

Simon Haylock, quien tiene más de 10 años de dedicarse a las labores de pesca, dijo que este es el primer accidente que le ocurre en aguas abiertas. El hundimiento del barco Capitán Waly ocurrió pasadas las 12:00 am, por lo que la mayoría de la tripulación descansaba en ese momento.

No me acuerdo (cómo ocurrió), estaba durmiendo y se dio vuelta el bote”, relató Haylock, y explicó que se puso a nadar para salvar su vida. Posteriormente “estuve flotando desde las 2 de la mañana hasta las 9 de la mañana en una tabla”.