La madre de uno de los jóvenes asesinados en la colonia La Presa Vieja de Puerto Cortés relató que varios sujetos, vestidos con chalecos de la Dirección Policial de Investigaciones, llegaron hasta la casa y mataron a su hijo y dos muchachos más. A ella la encerraron y sometieron en cuarto para que no alertara a su vástago.
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Foto en vida de Edwin Jeovany Ramírez Quintano, una de las víctimas que fueron acribilladas la tarde de este martes en Puerto Cortés.
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Ramírez Quintano residía en el sector López Arellano, de Choloma, desde donde viajaba una vez por semana hasta La Presa Vieja para trabajar en las construcción de una vivienda.
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El joven de 24 años vivía con su esposa y su hija en Choloma, pero estaba en los planes de mudarse a Puerto Cortés una vez que finalizara la construcción de su casa en La Presa Vieja.
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Edwin Ramírez era dueño de una pulpería en el sector López Arellano. Los otros jóvenes que fueron ultimados con él no fueron identificados en el lugar, pero se conoció que residían en la misma zona que su amigo.
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De acuerdo con la información que se obtuvo en la escena del crimen, Ramírez viajaba una vez por semana a Puerto Cortés y en muchas ocasiones lo hacía en compañía de más amigos que los que fueron con él este martes.
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La mamá del joven dijo que ella les acababa servir comida a su hijo y sus amigos cuando sujetos la encerraron en un cuarto y la obligaron a guardar silencio.
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Fue cuando estaba encerrada que escuchó varias detonaciones de bala. Al salir del cuarto encontró los cadáveres de los tres jóvenes en el patio.