El Consejo Hondureño de la Empresa Privada (Cohep) quedó impactado al conocer que las pérdidas de la Empresa Nacional de Energía Eléctrica (Enee) aumentaron en 0.87% en los últimos 29 meses, es decir, desde que Empresa Energía Honduras (EEH) asumió esa responsabilidad en noviembre de 2017.
En una reunión, como parte del proceso de socialización del nuevo acuerdo que el gobierno busca firmar con el Fondo Monetario Internacional (FMI), el coordinador del Gabinete Económico, Marlon Tábora, detalló que las pérdidas oficiales actuales son de 32.82%, cifra muy similar al 31.95% que recibió el consorcio colombiano cuando inició operaciones en noviembre de 2017.
Eso significa que en dos años y cinco meses, EEH experimentó un incremento de 0.87% de pérdidas. El compromiso de EEH era reducir un 4% el primer año, que según la empresa auditora Manitoba Hydro, lo logró a finales de 2017.
Sobre los resultados de reducción de pérdidas del segundo año fijado en un 3%, no hay un informe final, pero el mismo consorcio reconoció en una entrevista con LA PRENSA que no lograron la meta, pero que tiene las justificaciones del caso.
El grave problema de la enee ES QUE NO EXISTE UNA VERDADERA INSTITUCIONALIDAD QUE LA HAGA EFECTIVA. JUAN CARLOS SIKAFFY, Presidente del Cohep
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El tema de la reducción de pérdidas se ha convertido en un enredo de cifras que aún no tienen un consenso definitivo.
EEH sostiene que el incumplimiento se debe a una serie de factores que no son inherentes a su gestión y que están relacionados con el cambio de una serie de reglas que el gobierno modificó en el camino, y por esa razón están en una etapa de renegociación del contrato que se firmó por siete años.
Según el presidente del Cohep, Juan Carlos Sikaffy, por los precarios resultados de la reducción de pérdidas, el contrato con EEH se seguirá negociando en el marco del reconocimiento de las dos partes sobre las fallas en que han incurrido cada uno.
Sikaffy citó como ejemplo que se cuantificará el flujo de energía que ha regalado el Estado a través de diferentes bonos, y el fluido eléctrico que no pagan los centros educativos y otras instituciones ligadas al gobierno que gozan de esa prerrogativa.
Pérdidas cuantiosas. Sikaffy también citó el caso de un circuito que suministra energía en una ciudad grande del país donde el 80% de esta se pierde.
De acuerdo a los datos revelados por Tábora, la Enee está perdiendo al año unos 300 millones de dólares, alrededor de 7,350 millones de lempiras, esto sin incluir un 15% de las pérdidas que es el rango que se permite, debido al proceso de generación y distribución. Según los datos expuestos al Cohep, cada punto porcentual de pérdida significa 16 millones de dólares, unos 412.9 millones de lempiras.
El coordinador de la Comisión de Seguimiento para la reforma integral de la Enee, Arturo Alvarado, dijo que el acuerdo con el FMI depende estrictamente de las acciones que se ejecuten en la Enee.
Ha faltado voluntad política: Liliana Castillo, economista TEGUCIGALPA. La inveterada crisis de la Empresa Nacional de Energía Eléctrica (Enee) no se ha resuelto por la falta de voluntad política de varios gobiernos, pero llegó el momento de resolver ese escollo que está afectando la economía de forma general.
Históricamente la Enee ha sido dirigida por políticos o vinculados a estos, y eso ha frenado el desarrollo de esta institución. Esto ha dado como resultado que las pérdidas técnicas y no técnicas, en lugar de reducirse, se han incrementado, aún contratando a una empresa para ese fin. Ahora se habla de un endeudamiento con organismos financieros internacionales para buscar una salida definitiva, pero si esta acción no se acompaña de una buena administración, los consumidores seguirán pagando un costo más alto. Para corregir las finanzas, también tiene que haber voluntad de diferentes sectores, comenzando con una revisión de varios contratos, cuyos precios son demasiado altos en comparación con otros costos que hay en Latinoamérica, lo que tiene asfixiada a la empresa. Entonces no se trata solamente de reducir pérdidas, sino también de los empresarios generadores de disminuir el porcentaje de sus ganancias, porque de nada les servirá mantenerse inflexibles, ya que la empresa se volverá cada vez menos operativa. |