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Hondureña relata cómo fue la penúltima misa en la consumida catedral de Notre Dame

  • 15 abril 2019 /

La sampedrana Elsy Morales fue uno de los últimos testigos del esplendor de la consumida joya gótica.

Redacción.

Notre Dame, la catedral gótica más famosa de Europa fue consumida en llamas este lunes, sin embargo, su magia no acabará. Más de doce millones de turistas al año la visitaban, entre ellos la sampedrana Elsy Morales quien tuvo la oportunidad de conocerla hace dos días.

La hondureña relató a La PRENSA que 'no puede creer que hace algunas horas estaba en el interior de Notre Dame'.

Elsy indicó que estar en el interior de la ahora consumida catedral era como estar allí, pero a la vez en otro momento de la historia.

Foto: La Prensa

Así era el interior y exterior de la catedral Notre Dame ubicada en la isla de la cité de París.
'Presenciar una misa en el Notre Dame fue una de las cosas que impactó, me dio escalofríos; a pesar la multitud que visitaban el lugar, ellos nunca se detuvieron de dar la misa', agregó Elsy Morales a Diario La PRENSA.

La hondureña indicó que en el interior de la catedral de Notre Dame se sentía una ambiente de solemnidad, respecto, tranquilidad y admiración, 'Se respiraba mucha paz, como la mayoría de lugares históricos de París', expresó Elsy.

'Estoy muy consternada con la noticia, pensar que unas horas atrás estuve allí, viendo todo su esplendor y ahora no queda nada, yo pude estar en el momento del incendio pero Dios me ha protegido', finalizó Elsy Morales a Diario La PRENSA.

Foto: La Prensa

La sampedrana tuvo la oportunidad de ser una de las últimas turistas en visitar la catedral Notre Dame de París.
Sobre catedral Notre Dame
La catedral de Nuestra Señora fue una catedral de culto católico, sede de la archidiócesis de París, la capital de Francia.

Se trata de uno de los edificios más señeros y antiguos de cuantos se construyeron en estilo gótico. Se empezó su edificación en el año 1163 y se terminó en el año 1345.

La catedral guarda reliquias y obras de arte invaluables como la escultura Piedad —o El Descendimiento de la cruz— de Nicolas Coustou del siglo XVIII o el magnánimo órgano que diseñó Aristide Cavaillé-Coll.