Desde 2016, el Programa Santander de España en colaboración con el Instituto Hondureño de Antropología e Historia (Ihah) y el Instituto Nacional de Antropología e Historia (Inah) de México trabajan en la exploración de soluciones para preservar la fachada de los primeros campos de pelota de Copán Ruinas. La pieza es una obra modelada en estuco que representa un pájaro y que fue descubierta en 1988.
El deterioro de la pieza ha obligado a que se implemente una metodología para la conservación y una solución fue reenterrar la fachada. “Es una fachada antigua de estuco que era del campo de pelota. Estaba enterrada en la terraza de la escalinata y estaba expuesta por muchos años. Decidimos que el mejor tratamiento era enterrarla nuevamente.
Estuvimos dos años haciendo un estudio para ver la metodología más apropiada. Esta es la segunda sede donde se desarrolla la experiencia de conservación”, explicó Bárbara Fash, arqueóloga de la Universidad de Harvard.
El proceso. En el procedimiento de conservación se contrató a Alejandra Alonso, especialista en conservación de estucos de México.
Proceso
Dos años llevó el reentierro del estuco. Durante la limpieza completa del pájaro, eliminaron la suciedad que se acumuló en 30 años. Se rellenaron los espacios huecos y se quitaron las pastas de relleno. El estuco fue enterrado en enero pasado.
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“Se integró un grupo de ocho personas para el proceso. El estuco se enterró y ese procedimiento duró dos semanas. Al final la pieza fue colocada en la terraza del edificio de la escalinata”, apuntó Fash. En el enterramiento del pájaro de estuco de Copán se preparó cuidadosamente la superficie del original.