22/04/2024
07:37 AM

Marcela Flores, la ingeniera que conduce una mototaxi para sostener a su familia  

La hondureña sueña con comprar su propio vehículo para comenzar a emprender en el sector transporte.

Villanueva, Honduras.

La hondureña, Heather Marcela Flores Castro, tiene los pantalones 'bien puestos'. Vestida de jeans, blusa manga larga, tenis negros y una gorra desgastada que cubre su corta cabellera sale todos los días de su casa en la colonia Santa Fe, a las 5:00 am a ganarse la vida a bordo de una mototaxi, a pesar que invirtió muchos años en su formación académica.

Es ingeniera agrónoma con especialidad en productos cárnicos e inseminación de ganado, egresada de la Escuela Nacional Agraria (ahora UNA) y la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (Unah).

La dama de 40 años, hasta hace poco era parte de las 250,000 personas desempleadas en Honduras (según la Secretaría de Trabajo). Pasó muchos años tratando de buscar un empleo, pero fue imposible. Antes de continuar una vida llena de frustración, decidió sacar fuerzas, despojarse de estigmas y aceptar el reto de conducir el vehículo de tres ruedas.

Marcela Flores, en mototaxi

La ingeniero Marcela Flores mientras tomaba apuntes en una libreta frente al supermercado donde está el punto de mototaxis

La ingeniero Marcela Flores mientras tomaba apuntes en una libreta frente al supermercado donde está el punto de mototaxis

Su ruta de trabajo es la colonia Victoria del municipio de Villanueva, Cortés. Su punto es un supermercado donde, día a día, realiza alrededor de 20 viajes para conseguir los 600 lempiras que debe entregar de tarifa al dueño de la moto roja de número 256 con la leyenda 'gracias Señor' al lado derecho.

Se ha convertido en toda una personalidad. Es la única mujer en Villanueva que maneja ese automotor que se ha convertido en un transporte público común en dicho municipio.

'¿Donde podemos encontrar a doña Marcela, la conductora de mototaxi?', preguntamos en el centro de Villanueva a un guardia. -Con rapidez contestó-, 'en la Victoria, allá tiene su punto de trabajo', dijo con certeza.

Apoyo
Si desea apoyar a la ingeniero Marcela Flores puedes escribirnos a saul.vasquez@laprensa.hn para mayor información al respecto.
Marcela nos abrió su corazón, y aunque por su fuera parece ser sólido, por dentro es sensible e impulsado por sus dos hijos, José Adolfo (14) y Heather Daniela (5).

Experiencia

'El desempleo es caótico. Para mi profesión de ingeniero nunca pude encontrar una oportunidad y mis padres se mudaron del sur de Honduras para una mejor vida que nunca llegó', cuenta con desilución.

Marcela limpia la mototaxi

La dama de 40 años, limpia su vehículo de trabajo.

Fue a finales del 2018, cuando una amiga de la colonia Santa Fe, donde reside, le propuso manejar la mototaxi que recién había comprado. Sin dudar aceptó.

'Los 14 años de experiencia manejando motocicletas me permitió dominar el vehículo con rapidez. Al inicio fue intimidante porque los clientes, sobre todo los hombres, no les gustaba subirse a la moto que manejaba una mujer; ahora ya se acostumbraron y vieron que las mujeres también tenemos agallas para las tareas que se consideran pesadas o hechas para varones', aseveró mientras nos presumía su licencia.

En el norte de Honduras más del 21% de las licencias que se tramitan son de mujeres, según la Dirección Noroccidental de Tránsito. Según el Instituto Hondureño de Transporte Terrestre (Ithh), unas 30 mujeres en la zona norte trabajan en el sector de transporte como ayudantes y choferes de buses rapiditos, taxis o mototaxis.

Marcela lleva 4 meses en su empleo improvisado y ha aprendido cada una de las paradas del servicio y además ha aprendido a comer en la calle para no perder tiempo, conoce la estación de las baleadas de los mototaxistas y hasta los atajos que debe tomar para llegar pronto al destino de sus pasajeros. Su viaje más largo ha sido San Manuel de Cortés y su experiencia más amarga es el poco respeto que tienen los conductores del municipio por las mototaxis.

Junto su hijo José Adolfo.

Su hijo José Adolfo asegura estar orgulloso de su madre.

Todos le preguntan como ha 'sobrevivido' en un trabajo donde debe competir con hombres pero asegura que esa es una experienca que ha sido agradable.

Entre risas asegura que 'sus compañeros son tremendos y graciosos' pero que han sabido tratarla como dama y además, siempre la cuidan.

'Son unos caballeros, siempre me llaman para preguntarme donde ando y si no llegué a trabajar, porque no llegué. Afortunadamente, esta zona es muy tranquila y sin malas personas', asegura.

Ejemplar

En voz de sus compañeros, Flores Castro es un ejemplo doble. Primero, por ganarse la vida en una mototaxi a pesar de su formación académica y segundo por que no tuvo temor por el trabajo estigmatizado 'para varones'.

'El espíritu con que trabaja es ejemplar. Es una mujer emprendedora que trabaja día con día para sacar adelante a su familia y muy responsable a pesar de ser ingeniero, nos valora a todos. Es una calidad de persona', confiesa David Florentino, uno de sus compañeros.

Tráfico en el camino

La fémina asegura que los conductores no respetan a los mototaxistas.

Su testimonio incluso ha llegado a impresionar a su propio hijo mayor. En ocasiones, este le dice que quiere manejar la mototaxi para ayudarla.

'Admiro a mi madre, porque hace un trabajo fuerte para darnos el pan de cada día', dijo el tímido adolescente de 14 años.

Su retoño sueña con ser doctor y su hija menor, con ser veterinaria.

'He prometido apoyarles a ellos con su profesión. Yo quise ser veterinaria pero mis padres truncaron muchos de mis sueños. No quiero que eso les pase a mis pequeños cuando crezcan', nos dijo cuando nos movilizó hasta su hogar donde mantiene tortugas, perros, gatos y gallinas.

Visión

La fémina asegura que a su edad ya no aceptaría un trabajo de ingenieria con plaza por los malos salarios. Si retoma su profesión será cuando tenga su propio terreno con ganado y granja agrícola y avícola.

Licencia

Marcela muestra con orgullo su licencia de conducir.

Al finalizar nuestra conversación confesó sus dos deseos que desearía cumplir pronto. Uno, que las autoridades municipales reparen las calles del sector donde trabaja. 'Nuestras navecitas se arruinan por tanto bache que hay', dijo.

Y por último, obtener su propia mototaxi. 'He llenado papeles de cooperativas y me han prometido, pero hasta la fecha nadie me ha cumplido para lograr mi propia mototaxi y generar ingresos mas dignos para mi familia', finalizó.

Así, Marcela Flores, regresó a su punto de trabajo a limpiar su 'navecita' con su sueño de superarse y sacar adelante a sus hijos, más intacto que nunca.