San Pedro Sula, Honduras
Desde que su esposa Carmi Coto tuvo a su hija se dedicó a cuidarlas. En ese momento su empleo le permitía mantenerlas sin preocupaciones.
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En la zona norte hay más de 100,000 micro, pequeñas y medianas empresas. Solo un pequeño número está en la legalidad.
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Sin embargo, la vida de Olman Ramírez cambió sorpresivamente cuando perdió su trabajo y estuvo desempleado por tres meses. En medio de la desesperación por conseguir ingresos para sostener a su familia surgió la idea de emprender su propio negocio, uno en el que ambos esposos pudieran trabajar de la mano.
Aprovecharon la habilidad de Carmi para hacer tamales, algo que le enseñó su madre, originaria de Copán.
Fue así que comenzaron a vender tamales, ticucos, tamalitos de elote y montucas. El joven matrimonio lleva dos meses con la microempresa, pero aseguran que ha sido todo un éxito debido al apoyo que han recibido de los consumidores, quienes les hacen promoción de su deliciosa comida.
“Nos ha ido muy bien, la aceptación ha sido sorpresiva, gracias a Dios. Muchos de nuestros clientes al probar los tamales o ticucos dicen que recuerdan los que preparaban sus mamás o abuelas, y eso es muy bonito”, dijo Ramírez.
Debido a que los costos de alquiler son cada vez más altos, los esposos no pueden alquilar un local, es por eso que iniciaron trabajando y vendiendo desde casa. Hasta hace poco es que comenzaron a formar parte del Bazar del Sábado en Expocentro.
Comentan que les ha ido muy bien y tienen expectativas de crecimiento con las ventas de Navidad, ya que los tamales son un platillo tradicional de la época.
La pequeña empresa lleva por nombre Tamales Ta Güenito. “Lo más difícil de emprender un negocio es tener capital para comprar el equipo, insumos y todo lo que se necesita. Gracias a Dios teníamos ahorros y no necesitamos préstamos”, compartió Ramírez.
Entre sus metas está reunir todos los requisitos para legalizar la empresa para en un futuro expandir su negocio a varios puntos del país.
