19/04/2024
03:42 PM

De histeria colectiva califican médicos situación en Guajiquiro

  • 25 octubre 2018 /

La Paz, Honduras

El extraño comportamiento que presentan 22 jóvenes en la comunidad de San Miguel, Guajiquiro, obligó a personal de Salud de La Paz a viajar a ese municipio para aplicar una evaluación física y de laboratorio a los afectados.

El doctor Óscar Amaya y otra colega del área de epidemiología de la Región Sanitaria de Salud del departamento de La Paz viajaron por más de tres horas para llegar a la comunidad lenca.

Fueron recibidos por familiares de los muchachos, quienes los llevaron a sus casas adonde los tenían vigilados para evitar que salieran corriendo bajo la euforia con que se encuentran día y noche.

Cinco
jóvenes son los que actualmente han presentado los comportamientos extraños que mantienen a sus familias sufriendo porque no saben qué les ocurre

LA PRENSA constató el miércoles en una visita a la comunidad el temor de los pobladores ante los comportamientos violentos de los jóvenes. Pastores de una iglesia evangélica de San Pedro de Tutule oraron por los muchachos, algunos se mostraron tranquilos otros comenzaron a “convulsionar”.

“No ha afectado solo a la familia, sino a toda la comunidad que está paralizada, porque por temor a que les pase lo mismo a otros muchachos no salimos a trabajar”, dijo Eutalio López Martínez.

Los pobladores están en zozobra por el comportamiento de agresión y convulsiones de los jóvenes.

Los pobladores están en zozobra por el comportamiento de agresión y convulsiones de los jóvenes.

Evaluación. Los epidemiólogos procedieron aplicar las evaluaciones con la ayuda de los familiares. Empezaron con una revisión física y luego hicieron pruebas para confirmar o descartar el consumo de droga u otro psicotrópico que pudiera estar ocasionando la aparente locura.

Luego de obtener resultados de los exámenes se descartaron ambas posibilidades.

Amaya calificó este suceso como una “histeria o psicosis colectiva” que se ha apoderado de este grupo de personas y que podría contagiar a otros pobladores. “Estos jóvenes lo que tienen es una histeria colectiva por algo que escucharon o vieron, porque aparentemente al ser evaluados no presentaron enfermedades orgánicas, más que el trastorno psíquico”, argumentó Amaya. Estos trastornos hacen que los adolescentes sufran alteraciones de conciencia, alucinaciones auditivas, agresividad con las demás personas, tristeza, ansiedad y otros síntomas, añadió. Los afectados andan entre 12 y 18 años de edad. En su mayoría asisten al centro de educación básica María Auxiliadora de esa comunidad. Durante la visita, La Prensa encontró a Ángel Isidro López Sánchez (de 17 años), uno de los jóvenes que los pobladores dicen haberlo visto comiendo tierra del cementerio, él aseguró que ya se sentía mejor.

Dato
Padres tienen varias noches de desvelo vigilando a sus hijos para evitar que salgan caminando o corriendo de manera desesperada al cementerio para comer tierra.

Ángel Isidro se mostró nervioso y tenía un tic nervioso en la cara. “Quiero que oren por mí”, dijo mientras escuchaba a los pastores adentro de una casa. El muchacho entró en el lugar y comenzó a pedirle a Dios que lo curara de lo que estaba pasando, diciendo que no recordaba lo que le había ocurrido.

Abordaje

Luego de terminar de evaluar a los jóvenes, los epidemiólogos reunieron a unas 300 pobladores de la comunidad en la iglesia católica para explicarles lo que posiblemente creen que está pasando y tratar de evitar que esta histeria contagie a otros niños y adultos. “Escuchamos de padres que sus hijos les empezaban a decir que sentían miedo y trastornos parecidos y los tuvieron que reprender, los llevaron a la iglesia y se calmaron. Como región de Salud, lo que se debe hacer son psicoterapias grupales a estos jóvenes para tratar de que vuelvan a actuar con normalidad”. El epidemiólogo recordó que hace 12 años en la comunidad de Pasguare, siempre perteneciente a Guajiquiro, apareció un grupo de 12 persones entre niños y adolescentes con la misma psicosis colectiva. Pero luego de hacer un abordaje integral con psicoterapias, durante cuatros meses con padres de familia y los afectados se disolvió ese problema, afirmó.

Amaya declaró que 17 de las 22 personas que presentan esta conducta de histeria ya empezaron a actuar normalmente, pero siempre corren el riesgo que en cualquier momento recaigan.