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Taissa Farmiga explora su lado oscuro

  • 02 septiembre 2018 /

La joven actriz protagoniza “La Monja”, película que aterrorizará a los hondureños a partir de este miércoles 5 de septiembre

Nueva York, Estados Unidos

Taissa Farmiga, de 24 años, estelariza La Monja, filme derivado de la saga de terror El Conjuro, y cuyo preestreno en todos los cines de Honduras es este miércoles 5 de septiembre a partir de las 8:00 pm.

La cinta, dirigida por Corin Hardy y escrita por James Wan y Gary Dauberman, gira en torno a un sacerdote (Demian Bichir), a quien persigue su pasado, y a una novicia llamada Irene (Farmiga) que está a punto de celebrar sus votos permanentes como monja. El Vaticano los envía a Rumania para investigar la muerte de una joven monja que se suicidó en una abadía donde estaba enclaustrada.

Dato
Por qué el demonio es una monja. En la cinta, el demonio Valak se representa con el aspecto de una monja porque a esta entidad demoníaca le gusta profanar el cuerpo de espíritus benignos de la Iglesia como monjas o monaguillos.

Resulta que hay mucho más de lo que se ve a simple vista y tiene que ver con una fuerza malévola conocida como la monja demoníaca (Bonnie Aarons), que no solo pone en riesgo las vidas, sino las almas de los humanos.

“James Wan creó un universo tan impresionante con las películas de El Conjuro y también las películas de Annabell, derivadas de la saga. Creo que han sido así de exitosas porque el director encuentra actores que en realidad pueden transmitir emociones y crear una conexión con los espectadores”, comentó Taissa Farmiga en entrevista.

“Con estas películas, una lo que quiere es asustarse y sentir una descarga de adrenalina. Nos encanta la sensación de miedo que recorre todo el cuerpo. Sin embargo, estas películas empeoran la situación si ya eres de los que se asusta con facilidad. Una vez que comienzas a preocuparte por estos personajes, estás perdido”, manifestó la actriz entre risas.

La artista describió a la hermana Irene como “una mujer de fe que se encuentra en el camino de la devoción verdadera. Es pura y santa. Pero también se hace preguntas y busca respuestas. Toda su vida ha tenido visiones y se pregunta por qué. Quiere respuestas”, agregó.

Taissa es hermana de Vera Farmiga, actriz de la saga “El Conjuro”.

La película se filmó en Rumania, en los Castel Film Studios de Bucarest, en el Castillo de Corvino en Hunedoara, al igual que en varios castillos de Transilvania. “Estuvimos en lugares que eran tan bellamente oscuros y góticos que, como actriz, me transporté. Hubo ocasiones en pequeños corredores y sótanos donde no tenía que actuar como si tuviera miedo. Ya estaba más que asustada”, confesó Taissa.

“Un día, estábamos filmando en Rumania en un túnel de guerra donde se almacenaban armas. Estoy acostada en el piso y un demonio está tratando de atacarme. Todo a mi alrededor era mohoso y lodoso. Me miré y mi hermoso traje de monja que al comenzar el día lucía tan prístino, estaba cubierto de lodo. Aquello era muy aterrador y real”, recordó.

Por fortuna, tenía a una veterana de El Conjuro entre sus contactos favoritos, su hermana Vera Farmiga, quien da vida a Lorraine Warren en ese filme.

“Vera me dijo: ‘No te dejes llevar por esos pensamientos oscuros’. Mi hermana me aconsejó: ‘No te los lleves a casa. Déjalos en el set’, reveló.

Irene (Taissa) tiene un encuentro inesperado con una monja diabólica que pondrá en peligro no solo su vida, si no también su alma.
Paranormal

La actriz recordó su propia experiencia sobrenatural mientras filmaba la serie American Horror Story: Coven en 2013.

“Estábamos grabando en Nueva Orleans, donde hay mucho vudú y espíritus”, dijo la joven actriz, refiriéndose al rodaje de una escena en la que su personaje y el de Emma Roberts hacían un conjuro para traer de vuelta a la vida a Evan Peters.Roberts le preguntó: “¿Tienes miedo? ¿Crees que vamos a traer algo a este mundo?”, comentario que dejó intranquila a Taissa.

Ya en su casa, eran las 3 de la mañana cuando Farmiga empezó a escuchar ruidos y pisadas en su habitación.

“Estaba durmiendo cuando sentí que alguien agarraba las sábanas y comenzaba a tirar. Encendí la luz y no había nada ni nadie, pero no pude dormir en toda la noche. Y esa fue la única vez que experimenté algo así” relató la artista.