Tegucigalpa. Aunque el magistrado Enrique Ortez Sequeira podía continuar en su cargo hasta el 16 de mayo entrante, decidió renunciar alegando que se va producto de componendas en su contra.
La renuncia del magistrado del Tribunal Supremo Electoral (TSE) será conocida en la sesión de este martes del Congreso Nacional para decidir si se le acepta o no la renuncia y se nombra al sustituto por el tiempo que falta del período. En su lugar, el Congreso nombró con anticipación a Erick Rodríguez Gavarrete, quien asume la magistratura precisamente en esa fecha.
Enrique Ortez Sequeira, quien debió renunciar desde el momento en que fue el único magistrado que no fue reelecto por el Congreso como producto de los arreglos políticos, hasta ahora suelta a la luz pública las interioridades de su salida del TSE.
El magistrado renunciante entregó la nota de su retiro a la secretaria del Congreso y declaró ante los periodistas que su separación del TSE es porque no se prestó al fraude de dar como reelecto al diputado por el departamento de Lempira Erick Rodríguez.
Indicó que todos los magistrados estuvieron en contra de esa pretensión, pero “yo fui el único sacrificado”. Ortez relató que “hubo un gran entendimiento de las fuerzas políticas del Partido Nacional y Partido Liberal para elegir a la junta directiva del Congreso Nacional”, en la que se pidió que él no siguiera en el cargo.
Agregó que en la reunión participó el presidente Juan Orlando Hernández, quien reconoció el trabajo hecho por los magistrados, además de la credibilidad lograda por el organismo ante la comunidad nacional e internacional, por lo que recomendó “dejémoslo”. “Y alguien se paró y dijo ‘no, si quieren que haya arreglo hay que quitar a Enrique Ortez Sequeira del puesto, si lo dejan a él, no hay arreglo político’, según me comentan fue Carlos Flores Facussé”, reveló el magistrado.
Reveló que en la casa de su padre, Enrique Ortez Colindres, el presidente del Partido Liberal, Mauricio Villeda, y el expresidente de Honduras y jefe de la bancada del Partido Libertad y Refundación Manuel Zelaya acordaron que el Partido Liberal iba a asumir la presidencia del Congreso. No obstante, adujo que “por cobardía de algunos diputados y por la influencia del poder fáctico no se concretó ese arreglo que hubiera dado al país un equilibrio en materia de gobernabilidad”. “¿Que ha sucedido después?”, preguntó el exmagistrado para responder que los diputados del Partido Liberal han quedado haciendo los mandados al Partido Nacional, y eso es lamentable”.
