En Honduras se han detectado nueve enfermedades infecciosas desatendidas, que aunque son comunes y tienen décadas de existir, no son tratadas de forma adecuada.
Entre estas afecciones están: chagas, leishmaniasis, lepra, rabia humana transmitida por perros, leptospiriosis, tétanos neonatal y no neonatal, geohelmintiasis y teniasis o cisticercosis.
Se les denomina desatendidas por el poco acceso a salud de las personas que tienen menos posibilidades socioeconómicas.
La pobreza, la falta de estructura hospitalaria y el poco acceso a servicios públicos, son parte de los factores determinantes que propician enfermedades en el país.
Chagas, la más común
La enfermedad de Chagas es una de las más comunes en Honduras. Es transmitida por las chinches o por sangre contaminada, adquirida a través de transfusiones.
La presencia de los vectores transmisores de la enfermedad se ha identificado en 12 de los 18 departamentos hondureños, según un informe de la Secretaría de Salud.
Las zonas con mayor incidencia de casos por la chinche Rhodnius prolixus son Intibucá, Yoro, Francisco Morazán y La Paz.
En el caso de la Leishmaniasis, otra de las afecciones comunes y predominantes de la región oriental del país, se transmite a través de las picaduras de los mosquitos, que previamente han picado a un huésped infectado.
La enfermedad hace que salgan úlceras en la piel del individuo afectado.
Los departamentos con mayor número de casos por esta enfermedad son Olancho, El Paraíso, Colón, Yoro, Santa Bárbara, Cortés, Valle, Choluteca y Francisco Morazán.
La leptospirosis es una de las enfermedades infecciosas que ha tenido un repunte importante en los dos últimos años.
Según autoridades de Salud, este incremento se debe a que los casos se han identificado llevando un control más efectivo de la enfermedad.
La sífilis congénita es detectada a través de exámenes de sangre del cordón umbilical. En el año 2011 se detectaron 61 casos del padecimiento.
Con la lepra y la rabia humana, transmitida por perros, la Secretaría de Salud propone acciones preventivas contra las mismas, pues desde 2010 no se registran casos en el país.
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