El temor de una tragedia es constante en el centro penal de Yoro, recientemente un cortocircuito en la caja de control de energía alarmó a las autoridades y a los internos.
Cada noche, en una celda de madera podrida, forrada con papel periódico, duermen hacinados unos 117 presidiarios.
Cuando ocurrió el conato de fuego, los privados de libertad tuvieron que romper tablas y salieron de su reducido espacio para escapar de lo que ellos consideraban un incendio inminente. El comandante del Cuerpo de Bomberos, Luis Vallejo, aseguró que sólo unos cuantos minutos bastaban para que la celda ardiera en llamas debido a las condiciones en que se encuentra.
La cárcel, ubicada en el centro de la cabecera departamental, atrás del jardín de niños José Trinidad Reyes y la sede de la Cruz Roja Hondureña, es considerada un problema tanto para los internos como para los vecinos.
El inmueble se construyó hace unos 14 años de forma improvisada para albergar a los reos que llegaron de otras cárceles del país, pero los materiales utilizados, entre ellos la madera, se han dañado con la lluvia, el agua y el comején.
'La situación es bastante delicada porque la celda está dividida en dos bartolinas, en una hay 57 cubículos individuales y en la otra 60, de dos plantas. Ambas están construidas de madera y actualmente allí cohabitan 117 presos', dijo Óscar Morazán, director del centro penal.
El segundo más viejo
Después del presidio de Juticalpa, en Olancho, el de Yoro tiene más de 100 años de haber sido edificado con adobes, tejas y madera, como se acostumbraba en aquella época, en el centro del pueblo.
Rodimiro Padilla Cárcamo, gobernador político del departamento de Yoro, explicó que 'como centro de reclusión no reúne ninguna de las condiciones necesarias para que albergar a personas que purgan algún tipo de condena'.
Terreno para granja penal
La solicitud de los pobladores yoreños de trasladar el presidio fuera de la ciudad fue atendida por Gautama Fonseca, ministro de Seguridad en el gobierno del presidente Carlos Flores, quién autorizó la compra de unas 20 manzanas de terreno para la construcción de una granja penal.
El gobernador Padilla Cárcamo, sugirió que 'debe ser una política institucional de las corporaciones municipales este proyecto de granja penal, de lo contrario, todos viviremos con el temor y la zozobra de que pueda pasar algo en cualquier momento'.
- Miembros de la Comisión intermunicipal de seguridad buscan fondos para realizar mejoras en las barracas de madera.
- José Luis Peraza, presidente de la comisión, encabezó un grupo que supervisó el penal, donde se percataron de la situación.
- Un incendio sería de consecuencias lamentables, como ya lo han sido algunas fugas masivas y amotinamientos en este penal.
- Los vecinos han pedido a las autoridades del Ministerio de Seguridad trasladar el centro penal a las afueras del casco urbano.
