En rechazo a ajustes hechos por la Corporación Municipal a diferentes tasas, pobladores de Santa Rita mantienen desde ayer tomado el edificio de la Alcaldía.
El grupo de vecinos coordinado por miembros del “comité pro defensa de los derechos del pueblo” se apostaron a las cinco de la mañana frente al portón principal de la comuna local para evitar el ingreso del alcalde Wilmer Mejía y los empleados.
La acción de los manifestantes se deriva luego que los ediles aprobaran en el plan de arbitrio de 2011 un aumento a la tarifa de agua, permisos de operación y otros cobros.
“No permitiremos más abuso, estamos exigiendo a las autoridades municipales que rectifiquen y que no castiguen a la población de esa manera, la crisis económica es general y apenas se logra hacer para comer”, expresó Luis Jiménez, miembro del comité pro defensa de los derechos de Santa Rita.
El alcalde Wilmer Mejía que atendió a los manifestantes manifestó que los ajustes a los impuestos son una necesidad. “No entendemos cómo es que quieren tener un eficiente servicio de agua potable y proyectos de desarrollo cuando se oponen a dar el apoyo con sus tributos”.
Cobro
En los últimos cinco años los habitantes de Santa Rita venían pagando 50 lempiras al mes por el servicio de agua, los ediles hicieron un aumento de 60 lempiras. Éstos han manifestado que fue necesario, ya que para hacer funcionar las bombas que succionan el líquido gastan más de 160 mil lempiras al mes y el sistema no es autosostenible.
Entre otras de las peticiones que hacen los miembros del referido comité están la pronta habilitación del rastro municipal, la casa de la cultura y biblioteca, las tres obras se encuentran en ejecución.
“Ya no queremos continuar consumiendo carne de dudosa procedencia y es urgente que el rastro comience a funcionar. También la casa de la cultura y la biblioteca fortalecerán la educación de nuestros jóvenes”, expresó Jiménez.
El alcalde indicó que los tres proyectos que mencionan los vecinos se desarrollan con buen suceso, pero se requiere de más fondos para terminarlos y luego contratar al personal que laborará y “si no se pagan los impuestos pues todo se tendrá que parar”.
Luego de una reunión, ambas partes acordaron reunirse mañana para discutir el problema y a la vez buscarle una salida que permita la entrega del Palacio Municipal.
Otras alcaldías que han enfrentado similares problemas son las de Olanchito y Choloma, en estos lugares los habitantes se tomaron por varios días esos edificios en protesta por los altos impuestos.