Las enfermedades gastrointestinales por la mala calidad del agua en Santa Rita llevó a la Corporación Municipal a gestionar fondos para un nuevo sistema en el casco urbano.
En la actualidad, el Banco Interamericano de Desarrollo, BID, trabaja en la ejecución del alcantarillado sanitario a unos 76 millones de lempiras.
Para que la obra funcione, las municipalidades están obligadas a tener un sistema de agua las 24 horas del día; en los últimos años el líquido apenas llega una hora a los hogares.
El alcalde de Santa Rita, Wilmer Mejía, manifestó que desde el comienzo del proyecto del alcantarillado en noviembre de 2008 mientras fungía como vicealcalde comenzaron a gestionar los fondos para mejorar también la red de agua. “Lamentablemente el financiamiento, que ya había sido aprobado por organismos internacionales y el Gobierno, al final no se dio”.
Informes en poder de las autoridades de Salud del municipio detallan que el agua que toman los vecinos de esta ciudad no es apta, lo que ha elevado los índices de enfermedades estomacales en los niños y adultos, reveló Dolores Maradiaga, técnica en ese campo, durante un encuentro de juntas de agua.
Preocupados
El alcalde expresó que todo eso los tiene preocupados y han puesto el empeño en conseguir los recursos que necesitan con el BID, organismo que en los últimos años ha dado todo su apoyo a esta localidad para resolver los problemas comunales.
“Las gestiones se encuentran bien avanzadas, muestra de ello es la visita que nos hicieron hace unos días representantes del Fondo Hondureño de Inversión Social, Fhis, y del BID. Todo va por buen camino y esperamos que el aporte sea una realidad próximamente”.
Mejía explicó que el nuevo sistema de agua será por gravedad y con una planta de tratamiento. La toma estaría ubicada en la parte alta del río Humuya; eso garantizará el servicio las 24 horas del día. Se reemplazará la tubería vieja por una nueva.
El actual sistema en Santa Rita data de hace 20 años, éste ha quedado pequeño ante el crecimiento que ha registrado el municipio y que sus habitantes se han conectado sin ningún control haciendo que este termine su vida útil.
“El proyecto es vital para que la red y tratamiento de las aguas negras sea funcional, de lo contrario eso sería un fracaso si seguimos con la carencia de agua”, apuntó.
La Municipalidad da el servicio a cerca de dos mil viviendas a un costo mensual de 50 lempiras. En varias ocasione, sus autoridades se han quejado de estar operando con déficit; de llegar el nuevo proyecto, la población tendrá que apoyar el mismo con el pago puntual de ese recurso.
Leticia Perdomo, presidenta de la federación de patronatos, dijo que el mejoramiento del agua es una de las grandes luchas que ellos han venido haciendo ante los ediles, por lo que esperan que eso se haga realidad por el bien del desarrollo del municipio.
Martina Ruiz, habitante de Santa Rita, dijo que la falta de agua la obliga a trasladarse al río para bañarse y lavar ropa: “La poca agua que llega a la llave la utilizamos para tomar, estamos conscientes que es de mala calidad, pero no tenemos cómo comprar embotellada por la falta de dinero”. Mientras eso ocurre en el casco urbano, en la zona rural las 26 fuentes de agua que existen en ese sector trabajan para tener el beneficio los 365 días del año, y de buena calidad.
