15/11/2025
12:47 AM

'Madres de hijos asesinados, confíen en la justicia divina”

Los sampedranos católicos devotos de la Virgen de Suyapa abarrotaron la mañana de ayer la catedral San Pedro Apóstol para participar en la misa de los 264 años de su hallazgo.

Los sampedranos católicos devotos de la Virgen de Suyapa abarrotaron la mañana de ayer la catedral San Pedro Apóstol para participar en la misa de los 264 años de su hallazgo.

Al iniciar la eucaristía, el obispo auxiliar de la diócesis de San Pedro Sula, monseñor Rómulo Emiliani, motivó a los feligreses a pedir perdón a Dios en nombre de todo Honduras, “por el mal que hemos hecho unos a otros”. También pidió a la Virgen para que cese el calvario de la sangre que corre a diario en esta ciudad y se ponga un fin a las injusticias. El mensaje enviado por Emiliani conmovió a los presentes.

La frase central del evangelio fue: “Mujer, ahí tienes a tu hijo; hijo ahí tienes a tu madre”, una de las siete palabras que expresó Jesús antes de morir crucificado.

Monseñor enfocó su homilía hacia las madres hondureñas que sufren y lloran cuando ven a sus hijos asesinados u otros que huyen a los Estados Unidos porque en el país no hallan oportunidades laborales. “Madres, confíen en la justicia divina como lo hizo la Virgen”. Dijo que muchas madres llevan hasta 15 años sin ver a sus hijos que emigran y sufren al no saber si están vivos o muertos”.

Paz para Honduras

Según el obispo, “este país merecía un mejor presente”.

Emiliani aseguró que eso no ha sido posible por culpa de la corrupción y la cantidad de Judas que han traicionado a la patria. “Ahora vemos a un pueblo oprimido que ha sido despojado de su derecho a la educación, a la salud, a un empleo digno y también miramos el sufrimiento de quienes tienen hambre”.

Monseñor expresó que “es lamentable ver el sufrimiento y angustia a diario de ciudadanos que lloran la muerte violenta de sus familiares. Pero Dios es siempre fiel a sus promesas, y existe un cielo y una resurrección”.

Agregó que “los malos -los asesinos, sicarios y quienes inducen a los jóvenes a las drogas- tendrán su merecido. Deben arrepentirse en el juicio final, porque verán a Dios y con Él no se juega. Muchos asesinos y ladrones pueden reírse de la justicia en la tierra, pero existe una justicia divina de la cual no escaparán”.

Como un consuelo para las madres que han perdido a sus hijos víctimas de la violencia, expresó: “La Virgen María sí sabe qué es el dolor de perder a un hijo asesinado. Ella intercede ante su hijo -Jesucristo- por nosotros, por toda madre desconsolada que no encuentra respuestas sobre la muerte de su hijo; pero existe un Dios que todo lo sabe”. Añadió que “el dolor y las lágrimas de miles de madres hondureñas se convertirán en felicidad cuando en el cielo vean a sus hijos resucitar para siempre”.

Ingratos los que se burlan

Emiliani indicó que “hoy -ayer- en Honduras es una fiesta especial para la Iglesia católica; pero me duele que existan cristianos que se ríen de esta celebración y que sigan burlándose de nuestra devoción a la Virgen. !Qué ingratos! Porque todo aquél que honra a una madre, honra a su hijo; y quien ofende a la Virgen María ofende a Jesucristo”.

Emiliani concluyó la homilía en que “aún con nuestros pecados sabemos honrar al Cristo que salva y a la madre que intercede por nosotros para que seamos salvados por Jesucristo”.


Bendita entre las mujeres

El obispo de la diócesis de SPS, ángel Garachana, al finalizar la madrugada de ayer, en la alborada, expresó que “la Virgen fue bendecida por Dios para ser la madre de Jesús. En su seno la palabra eterna se hizo condición humana. Bendita eres entre todas las mujeres.


Gracias madre por este sí que le diste al Señor, el más importante de la historia. Muchas veces decimos un sí de amor, de confianza, y de servicio, pero dudamos en hacer la voluntad de Dios y tú dijiste: «Hágase tu voluntad»”.

Garachana agradeció a la Virgen por sus 16 años como obispo.

“Tú me trajiste como obispo de esta diócesis. Yo elegí intencionadamente esta fecha -3 de febrero- por ser el día de una fiesta mariana y entrañable para Honduras. Intercede por mí para servir a estos fieles que me has encomendado”.

Festejaron la alborada a la Morenita de Suyapa

En la capital industrial también los devotos de la Virgen de Suyapa participaron en la alborada en su honor durante la noche del miércoles en el atrio de la catedral.

Algunos fieles vestían camisetas alusivas a la Morenita. Durante más de cuatro horas se honró a la Virgencita con actos culturales como danzas folclóricas y cánticos alusivos a Suyapa entonados por jóvenes católicos reconocidos dentro de la Iglesia, como Luis Velázquez y Abel Tróchez.

Los cristianos católicos a la medianoche cantaron con emoción junto a los mariachis “Las mañanitas” a la Morenita y al obispo ángel Garachana porque ayer también celebró sus 16 años como obispo, el tiempo que ha pasado en esta diócesis.

La mayoría de devotos dieron ayer mayores tributos a la Virgen, como es el caso de Hugo Cáceres, un caballero de Suyapa, quien contó brevemente que “desde hace 18 años cargo a la Virgencita en las procesiones. Esa fecha es especial en mi vida: me casé un 3 de febrero, y desde ese día confío en la Morenita. Otra demostración de su amor hacia mí fue que uno de mis nietos nació el día de su aparición. Me siento bendecido y agradecido con ella porque me hizo el milagro de curarme de una grave enfermedad”.

Los sampedranos católicos devotos de la Virgen de Suyapa abarrotaron la mañana de ayer la catedral San Pedro Apóstol para participar en la misa de los 264 años de su hallazgo.

Al iniciar la eucaristía, el obispo auxiliar de la diócesis de San Pedro Sula, monseñor Rómulo Emiliani, motivó a los feligreses a pedir perdón a Dios en nombre de todo Honduras, “por el mal que hemos hecho unos a otros”. También pidió a la Virgen para que cese el calvario de la sangre que corre a diario en esta ciudad y se ponga un fin a las injusticias. El mensaje enviado por Emiliani conmovió a los presentes.

La frase central del evangelio fue: “Mujer, ahí tienes a tu hijo; hijo ahí tienes a tu madre”, una de las siete palabras que expresó Jesús antes de morir crucificado.

Monseñor enfocó su homilía hacia las madres hondureñas que sufren y lloran cuando ven a sus hijos asesinados u otros que huyen a los Estados Unidos porque en el país no hallan oportunidades laborales. “Madres, confíen en la justicia divina como lo hizo la Virgen”. Dijo que muchas madres llevan hasta 15 años sin ver a sus hijos que emigran y sufren al no saber si están vivos o muertos”.

Paz para Honduras

Según el obispo, “este país merecía un mejor presente”.

Emiliani aseguró que eso no ha sido posible por culpa de la corrupción y la cantidad de Judas que han traicionado a la patria. “Ahora vemos a un pueblo oprimido que ha sido despojado de su derecho a la educación, a la salud, a un empleo digno y también miramos el sufrimiento de quienes tienen hambre”.

Monseñor expresó que “es lamentable ver el sufrimiento y angustia a diario de ciudadanos que lloran la muerte violenta de sus familiares. Pero Dios es siempre fiel a sus promesas, y existe un cielo y una resurrección”.

Agregó que “los malos -los asesinos, sicarios y quienes inducen a los jóvenes a las drogas- tendrán su merecido. Deben arrepentirse en el juicio final, porque verán a Dios y con Él no se juega. Muchos asesinos y ladrones pueden reírse de la justicia en la tierra, pero existe una justicia divina de la cual no escaparán”.

Como un consuelo para las madres que han perdido a sus hijos víctimas de la violencia, expresó: “La Virgen María sí sabe qué es el dolor de perder a un hijo asesinado. Ella intercede ante su hijo -Jesucristo- por nosotros, por toda madre desconsolada que no encuentra respuestas sobre la muerte de su hijo; pero existe un Dios que todo lo sabe”. Añadió que “el dolor y las lágrimas de miles de madres hondureñas se convertirán en felicidad cuando en el cielo vean a sus hijos resucitar para siempre”.

Ingratos los que se burlan

Emiliani indicó que “hoy -ayer- en Honduras es una fiesta especial para la Iglesia católica; pero me duele que existan cristianos que se ríen de esta celebración y que sigan burlándose de nuestra devoción a la Virgen. !Qué ingratos! Porque todo aquél que honra a una madre, honra a su hijo; y quien ofende a la Virgen María ofende a Jesucristo”.

Emiliani concluyó la homilía en que “aún con nuestros pecados sabemos honrar al Cristo que salva y a la madre que intercede por nosotros para que seamos salvados por Jesucristo”.


Bendita entre las mujeres

El obispo de la diócesis de SPS, ángel Garachana, al finalizar la madrugada de ayer, en la alborada, expresó que “la Virgen fue bendecida por Dios para ser la madre de Jesús. En su seno la palabra eterna se hizo condición humana. Bendita eres entre todas las mujeres.

Gracias madre por este sí que le diste al Señor, el más importante de la historia. Muchas veces decimos un sí de amor, de confianza, y de servicio, pero dudamos en hacer la voluntad de Dios y tú dijiste: «Hágase tu voluntad»”.

Garachana agradeció a la Virgen por sus 16 años como obispo.

“Tú me trajiste como obispo de esta diócesis. Yo elegí intencionadamente esta fecha -3 de febrero- por ser el día de una fiesta mariana y entrañable para Honduras. Intercede por mí para servir a estos fieles que me has encomendado”.

Festejaron la alborada a la Morenita de Suyapa

En la capital industrial también los devotos de la Virgen de Suyapa participaron en la alborada en su honor durante la noche del miércoles en el atrio de la catedral.

Algunos fieles vestían camisetas alusivas a la Morenita. Durante más de cuatro horas se honró a la Virgencita con actos culturales como danzas folclóricas y cánticos alusivos a Suyapa entonados por jóvenes católicos reconocidos dentro de la Iglesia, como Luis Velázquez y Abel Tróchez.

Los cristianos católicos a la medianoche cantaron con emoción junto a los mariachis “Las mañanitas” a la Morenita y al obispo ángel Garachana porque ayer también celebró sus 16 años como obispo, el tiempo que ha pasado en esta diócesis.

La mayoría de devotos dieron ayer mayores tributos a la Virgen, como es el caso de Hugo Cáceres, un caballero de Suyapa, quien contó brevemente que “desde hace 18 años cargo a la Virgencita en las procesiones. Esa fecha es especial en mi vida: me casé un 3 de febrero, y desde ese día confío en la Morenita. Otra demostración de su amor hacia mí fue que uno de mis nietos nació el día de su aparición. Me siento bendecido y agradecido con ella porque me hizo el milagro de curarme de una grave enfermedad”.