Las declaraciones de la alcaldesa de La Lima, Dilcia Fernández, evidencian su malestar con el Gobierno al asegurar que no movió un dedo la primera semana para iniciar las reparaciones en los lugares dañados por el terremoto del 28 de mayo.
“El Gobierno central parece tener miopía”, dijo.
Por la indiferencia que han mostrado con el Valle de Sula, Fernández hace un llamado al presidente Mel Zelaya y a las autoridades de la Comisión Permanente de Contingencias, Copeco, para que actúen de manera inmediata.
“Las necesidades de las familias afectadas por el sismo son grandes, nosotros dependemos mucho de la ayuda que nos dan en estos casos de emergencia”, expuso.
La alcaldesa manifestó que la mayor preocupación en este momento para la Comisión Ejecutiva del Valle de Sula, Cevs, es el estado en que se encuentra el vecino municipio de San Manuel.
“De nada nos sirve hacer reparaciones aisladas cuando el problema es en todo un Valle de Sula. Lo de los 30 millones de lempiras que asignaron para la reparación de los bordos es como darle un confite a un niño para que deje de molestar”, aseveró Fernández.
Los pobladores y las autoridades de las comunidades afectadas están preocupados porque las reparaciones deben estar concluidas a más más tardar el 15 de julio debido a las lluvias que se aproximan.
“En este momento el Gobierno debería asumir la responsabilidad que no ha demostrado con el país, pues está tratando un tema totalmente ajeno a las necesidades nacionales. No tenemos ayuda internacional porque el presidente -Zelaya- hizo la idiotez de salir en los medios de comunicación diciendo que los daños del terremoto eran mínimos”, lamentó Fernández.
Personal de Copeco aún no ha llegado a La Lima a hacer las inspecciones de los daños, las autoridades han ejecutado algunas reparaciones pequeñas porque no tienen los recursos económicos.
“Eso que están haciendo es demostrar una vez más que tienen una ignorancia política increíble. Yo digo que si no quieren canalizar la ayuda por medio de la Alcaldía por ser nacionalista, que lo hagan con otras instituciones, ya sean los bomberos, la Cruz Roja o la Cámara de Comercio, pero que la ayuda llegue, que es lo más importante. Lamentamos que nos estén marginando”, indicó.
Reacción
La alcaldesa limeña refirió que la cuarta urna es una falta de respeto a la Constitución.
“Ésa es la ridiculez más grande que ha hecho el Gobierno. En este momento no se debe hablar de una cuarta urna”, añadió.
“Lo más seguro que pasará con la ayuda, si la dan, es que sólo a las alcaldías que apoyan la consulta popular se les destinará el apoyo para reparaciones”, comentó.