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Deportados reciben mal trato incluso en el país

  • 17 abril 2009 /

Los hondureños deportados de Estados Unidos no sólo sufrieron maltrato en tierra extranjera, pues hasta en su propio país son vistos con malos ojos.

    Los hondureños deportados de Estados Unidos no sólo sufrieron maltrato en tierra extranjera, pues hasta en su propio país son vistos con malos ojos.

    Todos los retornados que llegan a San Pedro Sula son atendidos en la rampa del aeropuerto, bajo el sol y en la intemperie.

    Al respecto, el director de Migración, Wilfredo Alvarado, aclaró que el problema es que la concesionaria de aeropuertos Aerohonduras no les quiere facilitar un acceso a las instalaciones recién construidas.

    Según Aracely Romero, del Centro de Atención al Migrante Retornado, Camr, la embajada estadounidense dio el dinero para remodelar el centro del Migrante de San Pedro Sula, que se habilitó en conjunto con la Organización Internacional para las Migraciones.

    El problema es que el centro está un poco retirado de dónde aterrizan los aviones.

    'Los migrantes tienen que caminar como dos kilómetros y ya le hemos planteado a la concesionaria la necesidad de habilitar una pista que ya está construida y sólo se necesita la aprobación de ellos para que los aviones lleguen hasta el centro', señaló el director de Migración.

    En la actualidad los deportados son atendidos en la rampa del aeropuerto, en una oficina improvisada con pocas sillas y prácticamente bajo el sol y a la intemperie.

    Tregua

    Durante la Semana Santa hubo una tregua de la oficina de migración estadounidense. Fue una semana de tranquilidad. Cero deportados en siete días.

    Sin embargo, el centro de atención registró ayer el ingreso de 57 connacionales retornados desde el país del norte.

    La cifra acumulada hasta esta semana era de 6,811, según el recuento de Aracely Romero, oficial de Migración acreditada en el Camr.

    Los hondureños continúan buscando irse del país a pesar de las advertencias del riesgo que corren en el camino.

    • Esta semana continuó el flujo de deportados, muchos de ellos bajo vigilancia policial por tener cuentas pendientes con la justicia por varios delitos.