La oficina de contaminantes de la División Municipal Ambiental, Dima, decomisó siete aparatos de sonido el domingo en diferentes negocios del centro de la ciudad.
Los aparatos fueron confiscados mediante un operativo para controlar el exceso de ruido en el centro de la ciudad.
El decomiso se realizó después de que LA PRENSA publicara un reportaje sobre la excesiva contaminación audiovisual en la ciudad.
“Encontramos siete negocios que tenían aparatos de sonido sin el debido permiso”, informó Carlos Díaz, jefe de la oficina de contaminantes de Dima.
Según Díaz, el decomiso de los objetos es una manera de presión para que los dueños de negocios soliciten el permiso necesario para poder usar dichos aparatos para propaganda de sus respectivos productos.
“La gente tiene que tener claro que sin ese permiso no pueden ubicar aparatos de sonido con volúmenes excesivos dentro de sus negocios”, dijo Carlos Díaz.
También informó que la oficina encargada de conceder las licencias para publicidad sonora es la Unidad de Permisos e Inspección UPI, ubicada en las instalaciones de DIMA.
Las sanciones
De acuerdo con el Plan de Arbitrios de la ciudad, hay una sanción para el uso de sonido alto en zonas comerciales y residenciales de la ciudad.
La sanción va desde el decomiso de los aparatos de sonido como medida cautelar, hasta la sanción con multas.
“Nosotros regulamos este tipo de sonidos ya que están contra lo que dicta la ley, pero lo hacemos a instancias de que las personas pongan la denuncias”, dijo por su parte el abogado Rodolfo Bueso, gerente de Dima.
De la misma manera explicó que diariamente recibe quejas de personas que viven cerca de restaurantes que utilizan música fuerte durante la noche, sobre todo en los barrios Los Andes y Río Piedras.
Según las autoridades de Dima, la labor que desarrollan es titánica porque no hacen las inspecciones necesarias por el poco personal con el que cuentan.
“Este tipo de operativos requiere ir tienda en tienda y contamos solamente con tres personas para ello”, informó Rodolfo Bueso.