En San Pedro Sula está la única empresa que presta el servicio de cremación de difuntos en Honduras, la cual ofrece variadas opciones para depositar las cenizas de los que ya partieron.
Esta modalidad de servicio fúnebre está tomando auge en la ciudad.
Cada mes se dan entre 17 y 20 servicios en su mayoría a extranjeros, cuyas familias quieren trasladar las cenizas a sus países de origen por la facilidad y economía que permite, explica la directora de Funerales del Recuerdo, Keyllin Pineda.
Pero también muchos hondureños optan por esta opción, por varias razones. Para el caso, hay personas de alto nivel académico que consideran que el servicio de cremación contribuye con el ambiente porque la urna ocupa menos espacio que una fosa tradicional.
Recién la Iglesia Católica emitió un comunicado en el que expone que sigue prefiriendo la sepultura de los cuerpos; y aunque se acepta la cremación, prohíbe esparcir las cenizas e incluso se podrán negar las exequias en el caso de que así se decida.
![]() También está la opción del lote cinerario, adonde se sepultan las cenizas.
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La empresa sampedrana ofrece nichos y otras alternativas a todos los que necesiten depositar las cenizas en un lugar sagrado, como sugiere la Iglesia, que prohibió a sus fieles esparcir las cenizas, dividirlas entre los familiares, conservarlas en casa o guardarlas en relicarios.
Opciones. En San Pedro Sula son los hombres, los que en vida, más se deciden por este servicio, y a la fecha una buena cantidad ha prepagado la cremación.
Pineda detalla que a pesar de ser una costumbre muy antigua, la cremación es considerada hoy en día como un servicio funerario moderno. El costo mínimo es de 28,700, que incluye ataúd de cartón, urna de plástico, impuestos municipales y sobre ventas, trámites legales en la Secretaría de Salud.
Los costos se incrementan si incluye otro tipo de urna, sala de velación ejecutiva y el nicho cinerario. Los lugares para guardar las cenizas están ubicados en el parque memorial Jardines del Recuerdo y hay cuatro opciones: columbario octagonal, nicho cinerario caoba-cristal, nicho de pared y el lote cinerario.
“Cementerios deben tener un lugar adonde guardar las cenizas”
Las nuevas normas del Vaticano sobre lo que se puede y no se puede hacer con las cenizas de un difunto han generado expectativas entre los sampedranos.
Aunque la costumbre de la cremación en el país no está tan arraigada, ya está la opción en la ciudad y muchos hondureños recurren a ella. El obispo de la Diócesis de San Pedro Sula, Ángel Garachana Pérez, explica que se trata de respetar a la persona y sus cenizas porque se esparcían por todos lados, y a su juicio eso no tiene ningún sentido. “Lo que se quiere es que igual que los cuerpos, las cenizas estén en un lugar sagrado y respetado. Lanzarlas en algún lado o llevarlas en un relicario no es lo apropiado”, dijo. La Congregación de la Doctrina de la Fe ha publicado un documento que tiene dos partes, y la más breve habla del significado cristiano de la vida, de la muerte, de la persona y resurección. Apoyada en esa doctrina, da unas normas sobre la incineración y el uso de las cenizas. “La Iglesia dice que para ello mejor es la sepultura, que es el respeto del cuerpo; pero comprende que hay causas de mucha índole, como de tipo social, económico y de dificultad en las grandes ciudades. Son causas justas y de consideración por la que se admite la incineración”, dijo. Lo recomendable es que los cementerios puedan tener un lugar adonde se puedan guardar las cenizas. |