San Pedro Sula. El traspaso de la terminal de contenedores y carga general de Puerto Cortés a la concesionaria filipina International Container Terminal Services Inc. (ICTSI), como parte del proyecto de modernización, ha resultado engorroso no solo por la desavenencia entre el sindicato de trabajadores, las nuevas autoridades y la representación del Gobierno, sino por los efectos negativos que ocasiona en el retraso de las exportaciones e importaciones hondureñas.
Aunque Juan Carlos Garrido, director de Desarrollo de Negocios para América Latina de ICTSI, aseguró a principios de este mes que las contrataciones del personal serían 100% hondureñas, con excepción del alto mando, los empleados de la Empresa Nacional Portuaria (ENP) no están satisfechos con los salarios ofrecidos y eso los ha mantenido en paro permanente desde la segunda semana de diciembre.
A manera de ejemplo, para el puesto de Auxiliar 1 corresponde un salario L8,285.1, más un seguro médico, de vida, fondos de pensiones, capacitaciones evaluadas y horarios de ocho horas según las leyes laborales.
El primero en alzar la voz fue José Alfredo Maradiaga, presidente del sindicato de la ENP, quien aseguró que dicho monto era ofrecido al 62% (289) del personal que labora en la terminal de contenedores y carga general, y además temen que no se les pague el 100% de sus prestaciones laborales.
No obstante, las autoridades de la Portuaria informaron que la cancelación de los servicios prestados comenzó ayer y que se dispone de $25 millones para tal fin.
Sin resultados
Para disminuir la tensión, el Ejecutivo nombró una comisión que a estas alturas debería haber logrado acuerdos entre las partes, pero a juzgar por los hechos ocurre todo lo contrario.
El 4 de diciembre era la fecha tope para que la transnacional concluyera las negociaciones con el sindicato y las autoridades portuarias. Sin embargo, no hubo acuerdos y el período fue ampliado hasta el 15 de diciembre, pero tampoco hubo resultados.
Ayer, Jorge Abudoj Frixione, vicepresidente de la Asociación Nacional de Industriales (Andi) y empresario de la industria confitera, dice que las exportaciones en la ENP están paralizadas en su totalidad y que la situación actual solo genera incertidumbre para el año 2014.
“Estamos totalmente paralizados. Hay cualquier cantidad de empresarios y comerciantes (...). Son centenares de gentes que no puede sacar su materia prima y demás insumos. Tengo cuatro furgones por exportar que van al Caribe y ya tienen 10 días de estar en el puerto sin poder salir”, expresó.
“Este (Puerto Cortés) es el puerto más importante que tenemos y por allí tengo entendido que el puerto Henecán del sur (en San Lorenzo, Valle) también va a ser concesionado. Si nuestros dirigentes manejan el Estado de esa forma, que Dios nos agarre confesados”, añadió.
Se van los impuestos
Según el empresario, por cada buque que atraca en el puerto a espera de ser atendido por el personal de la Dirección Ejecutiva de Ingresos (DEI) y de la Portuaria, se tienen que pagar alrededor de $14 mil por día.
“Imaginénse cuántos impuestos deja de percibir el Estado cada vez que un barco da la vuelta y se va a desembarcar a otro puerto... Puerto Cortés es el peor y más caro de Centroamérica”, lamentó.
Abudoj culpó a la administración de Porfirio Lobo por haber actuado de forma “irresponsable” al haber dado la concesión a ICTSI, a la que calificó como una “compañía piruja”.
“El proceso es normal”
Darío Gámez, gerente general de la ENP, negó que las operaciones en el puerto estén paralizadas en su totalidad.
Refirió que el retraso de las exportaciones e importaciones obedece a que todavía se realizan algunas modificaciones para adaptar la tecnología al sistema que precisa la concesionaria filipina para empezar operaciones en la terminal de contenedores y carga general.
“Esta situación no es todos los días. Solo es un problemita que existe Gámez explicó que algunos contenedores están retenidos en espera que el personal de la DEI llegue y “mejore el sistema para poder trabajarlo”.
