Cerca de 20 mil hondureños permanecen aislados hoy debido a las inundaciones provocadas en el norte del país por los remanentes del huracán Félix.
El gobierno reportó la muerte de una persona, en tanto los bomberos hablan de dos víctimas mortales.
A diferencia de Nicaragua, el fenómeno meteorológico no dejó daños catastróficos en Honduras, sino problemas menores en la infraestructura, según un informe preliminar.
El gobierno de Manuel Zelaya envió un avión con ayuda humanitaria al vecino país.
'Demos gracias a Dios que no nos atacó Félix', expresó Ricardo Alvarez, alcalde de Tegucigalpa.
Este viernes, el alcalde de la norteña ciudad de El Progreso, Alexander López, instó a las autoridades a socorrer a las personas aisladas por las inundaciones.
El ministro de la Presidencia, Yani Rosenthal, expresó que los daños en la infraestructura serán reparados por el gobierno sin recurrir a la ayuda internacional.
Marcos Burgos, comisionado general de la Comisión Permanente de Contingencias, anunció que el territorio hondureño se encontrará libre de amenazas climatológicas, al menos, durante los próximos cinco días.
Una de las preocupaciones de las autoridades municipales y de Salud es el posible brote epidémico de leptospirosis.
Equipos de rescate sobrevuelan este viernes a bordo de helicópteros la costa hondureña de la Mosquitia en busca de cadáveres que habrían sido arrastrados tras el impacto del huracán.
