Tres mil maestros de la capital que abandonaron las aulas de clases de manera injustificada fueron sancionados con la deducción de los días no trabajados, equivalente a casi un millón y medio de lempiras.
A los docentes de primaria y secundaria se les comprobó que no llegaron a trabajar a sus respectivos centros educativos.
“Yo como funcionaria tengo que cumplir una orden a través de un procedimiento. El presidente de la República, Porfirio Lobo Sosa, siempre ha dicho que cumplamos y que hagamos las deducciones”, dijo Mirian Ochoa, subgerente de Recursos Humanos Docentes de la Secretaría de Educación.En junio se hicieron las primeras deducciones pero siguiendo un procedimiento, porque no se pueden hacer deducciones sin tener un proceso legal que lo hacen las direcciones distritales, porque de lo contrario ellos (los maestros afectados) me acusarían de abuso de autoridad, prosiguió la funcionaria.
Al hacer la primera deducción a los docentes faltistas, el Estado, y en especial la Secretaría de Educación, se ahorró casi un millón y medio de lempiras.
Para aplicar la medida de deducir los días no trabajados a los maestros, los directores distritales realizaron visitas y supervisiones a los centros educativos y en todos los casos los encontraron cerrados.
Informes
Los directores presentaron los informes ante la Secretaría de Educación y lo que se hizo fue aplicar las sanciones de acuerdo a lo que establece la ley.
Ochoa aseguró que no se han hecho las deducciones a docentes de otros sectores del país porque no se han recibido los informes de los directores distritales y departamentales pero que cuando sean enviados se hará el mismo procedimiento. El Ministerio Público y el Tribunal Superior de Cuentas han dicho que no estamos actuando, por lo que en este momento, como funcionaria tengo que cumplir con la ley.