El avión del presidente Porfirio Lobo, quien viajó a Estados Unidos, hizo ayer un aterrizaje “preventivo” en la base militar de Palmerola, sin que ni el gobernante ni sus acompañantes resultaran lesionados, informó el secretario privado del mandatario, Reinaldo Sánchez.
Poco después de despegar de Tegucigalpa, la tripulación del avión presidencial, un jet West Wind de diez plazas, decidió aterrizar en Palmerola, por un mal funcionamiento “de una luz indicadora” en el tablero de instrumentos, explicó Sánchez.
“Todo está bien, fue un aterrizaje tranquilo, no tenemos ningún inconveniente”, aseguró Sánchez, y subrayó que se trató de medidas preventivas tomadas por la tripulación. Indicó que, una vez que personal de la Fuerza Aérea Hondureña revise el avión, “en un rato estaremos saliendo hacia Nueva Orleans”, en un viaje que la Casa Presidencial había anunciado minutos antes de que se conociera el aterrizaje “preventivo”. Además de Sánchez, Lobo es acompañado por sus ministros de Obras Públicas, Miguel Pastor; Educación, Alejandro Ventura, y Salud, Arturo Bendaña, así como el vicerrector académico de la Universidad Tecnológica, Unitec, Fernando Peña Cabús, según un comunicado de la Presidencial. Lobo tiene previsto firmar en Nueva Orleans varios convenios de becas para estudiantes universitarios hondureños.
También tiene previsto reunirse con el alcalde de Nueva Orleans, Mitch Landrieu, y el gobernador de Luisiana, Bobby Jindal, para dialogar sobre cooperación y eventuales inversiones de empresarios estadounidenses en Honduras, añadió la nota.
