El reconocido pintor nacional Carlos Garay, uno de los más sobresalientes en el arte hondureño, murió ayer en el hospital del Instituto Hondureño de Seguridad Social, IHSS.
Garay se destacó a lo largo de más de 40 años como el más alto exponente del paisajismo hondureño. Se graduó de la Escuela de Bellas Artes de Honduras, donde obtuvo el titulo de Profesor en Artes Plásticas, y comenzó su carrera pintando a la mujer campesina de Honduras; pero su pasión siempre fue pintar los hermosos paisajes del país, convirtiéndose en un destacado promotor de la belleza nacional, ya que sus cuadros han viajado alrededor del mundo acompañando a diplomáticos y políticos. Algunos ocupan un sitio preponderante en museos y colecciones privadas, incluso en galerías de renombre internacional como la de William McAdoo en Santa Fe, Nuevo México, en la Sagebrush Gallery en Sanibel, Florida, y en la colección privada de El Vaticano.
Para 1986, su fama era tal que la edición de Enciclopedia Británica de ese año dice textualmente: “…Los dos artistas hondureños más importantes en el siglo XX han sido el pintor paisajista Carlos Garay y el primitivista José Antonio Velásquez…” La escuela de Garay es la impresionista, prefiriendo la espátula con pintura gruesa y el pincel de escaso barrido. Se caracteriza por su impecabilidad en la perspectiva, el dibujo y un brillante manejo de la luz. En agosto de 2001 se llevó a cabo la Feria de Arte de Chicago, adonde se exhibieron sus obras y la de los grandes maestros como Picasso, Delaunay, Miró y Leger.
