Catorce estados europeos colaboraron de manera secreta e ilegal con la CIA en el transporte aéreo de sospechosos de haber conspirado o cometido actos de terrorismo para ser interrogados.
Ésa es la conclusión de la investigación comisionada por el Consejo de Europa que señala que los 14 permitieron que sus territorios fueran utilizados como bases para la transferencia secreta de prisioneros, dieron permiso para la escala de esos vuelos y en los casos de Italia, Suecia, Macedonia y Bosnia permitieron el secuestro de gente en su territorio.
Estados Unidos criticó el informe, diciendo que no contenía “hechos sólidos”.
El Consejo de Europa es organismo distinto a la Unión Europea, fundado en 1949, integrado por 46 países y encargado de defender los derechos humanos y la democracia parlamentaria en el continente.
El responsable de la pesquisa, el parlamentario suizo Dick Marty, añade que también existe evidencia circunstancial de centros de detención secretos en Polonia y Rumania, algo que ambos países han negado.
En Washington el resultado del informe fue recibido con “desilusión” de acuerdo con las palabras del portavoz del Estado, Sean McCormack.