La hondureña Keyla Hannani Morel Salgado está participando con su obra artística 'Quedó atrás', en un concurso internacional organizado por las Naciones Unidas en Ginebra, Suiza, el cual se titula 'El futuro que queremos'.
Las máximas autoridades de la ONU consideran que el arte es una herramienta habilitadora para fomentar una conversación sobre el tipo de futuro que queremos y cómo podemos empoderar a los jóvenes para que trabajen hacia él.
Para apoyar
Ingresen a este link, voten y compartan el siguiente enlace:
pintura hondureña |
Los nombres de los artistas y los países de origen de las obras de arte están ocultos para fomentar un proceso de votación neutral. Se seleccionarán las 10 obras de arte que acumulen las puntuaciones más altas y un jurado de niños elegirá a los tres ganadores finales durante una exposición en el Palacio de las Naciones en Ginebra.
Reconocimiento
Los tres triunfadores tendrán un libro sobre su trabajo producido por el jurado y el Perception Change Project. Según se conoció, el director general de la ONU en Ginebra también otorgará un premio especial.La Cancillería hondureña recibió la convocatoria hace unos meses, por lo que varios pintores hondureños rápidamente decidieron participar, quedando seleccionada por nuestro país, Keyla Morel (45), quien con su obra retrata que aunque el mundo aún sufra las consecuencias de una crisis como la pandemia del coronavirus, llegará un punto en que todo quedará atrás y la sociedad deberá continuar.
Semanas de trabajo e inspiración le llevaron a Keyla culminar esta espectacular obra de arte.
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Keyla Morel es una licenciada en Mercadotecnia y radica en Tegucigalpa, tiene 23 años de desarrollarse profesionalmente en el ámbito de la pintura y a través de sus múltiples obras ha explicado distintas situaciones, emociones y mensajes profundos más allá de la realidad.
'Siempre ha sido un honor representar a Honduras y en esta ocasión no es la excepción, este concurso significa mucho porque el papel del arte grafica lo que está ocurriendo en el mundo, no solo muestra mi sentimiento como artista, sino el de toda la población que vive esta crisis', expresó Keyla en entrevista con LA PRENSA.
Keyla Morel ha destacado en reiteradas ocasiones en el mundo de la pintura.
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Keyla argumenta que esta pintura muestra un mundo en donde el caos, el miedo y la desesperanza se han fusionado y nos han 'vestido' de su influencia. Refleja una actitud, un gesto, una mirada que aunque no desconoce todo lo que está pasando a su alrededor, entiende que los efectos seguirán envolviéndonos a cada paso, pero aún así se llena de valor, sacude el temor y con una combinación de experiencia, cautela, optimismo y arrojo, dice para sus adentros: quedó atrás.
El concurso fue lanzado oficialmente el 18 de mayo en este sitio web de la UNO: The Future We Want, donde se encuentra el contenido de todas las obras y se puede votar por medio de la asignación de ranking (estrellas) del 1 al 5, individualmente.
La votación estará abierta hasta el 18 de junio, anunciándose las 10 obras de arte de mayor rango. Debido a la pandemia por coronavirus aún no se tiene la fecha para la exposición de las obras en el Palacio de las Naciones Unidas.
El proceso inicial
Las postulaciones fueron enviadas de manera digital. Se trata de creaciones estáticas, dibujadas, pintadas o bosquejadas, usando bolígrafos, lápices, crayones, carbón, aceite, acrílico o pintura de acuarela. No se permitieron fotografías, esculturas, música o vídeos.Las obras no debían ser mayores de 100×160 cm, las presentaciones debían ir acompañadas de un título y un pequeño texto descriptivo, máximo 50 palabras.
Las presentaciones fueron cargadas mediante el escaneo o la toma de una foto digital en la mejor resolución posible, debían ser originales y no infringir ningún derecho de autor o cualquier otro derecho de terceros.
Los participantes se reservaron el derecho de descalificar las presentaciones no coherentes con los valores y principios rectores de la ONU. Las presentaciones no debían ser obscenas ni ofensivas, ni apoyar ninguna forma de odio o grupo de odio.
Las presentaciones no debían difamar, tergiversar o contener comentarios despectivos sobre otras personas u organizaciones. Los derechos de autor del material permanecen con los participantes, al participar en el concurso, estos otorgan una licencia exclusiva mundial, perpetua e irrevocable a las Naciones Unidas para fines no comerciales.