Las llenas provocadas por marejadas y las constantes lluvias alteraron la forma de vida de los pobladores de la Barra de Motagua y Cuyamel.
Las 84 familias (266 habitantes) que viven en estas comunidades costeras pidieron a la alcaldía de Omoa ser reubicadas, ya que cada vez que hay un temporal lluvioso y el mar se agita, sus casas y escuela local son anegadas.
Las inundaciones afectaron manglares, viviendas y algunos cultivos en la zona.
Ayer, Copeco y el alcalde Ricardo Alvarado fueron a dejar una provisión de víveres a cada familia, ya que cuando hay días constantes de lluvias, estos pobladores no pueden pescar y agenciarse recursos económicos.
El mar se ha adentrado varios metros en la barra Cuyamel.
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Reconocen que ya no pueden vivir en la zona, que por la humedad también les afecta con enfermedades en la piel.
En 2012 ese lugar fue declarado inhabitable, según el dirigente patronal.
“Estas aguas siempre nos tienen a los niños enfermos, la alcaldía y Copeco nos traen víveres siempre que no podemos ir a pescar”, agregó Díaz.
En el sitio costero quedan las ruinas afectadas por las olas.
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Aunque la mayoría de pobladores tiene agua potable y energía eléctrica, sus casas, algunas de bloque y la mayoría de “bahareque o palos” están en malas condiciones por la humedad.
Para recibir atención médica, los pobladores de la barra del río Motagua deben cruzar el cuerpo de agua en balsa y caminar 8.5 kilómetros hasta Cuyamel.
Alternativa
El alcalde Ricardo Alvarado trató ayer de sacar y reubicar a los pobladores temporalmente mientras se les construye casas en el sector conocido como La Ralla, ubicado en la aldea Los Achotes de Omoa.Ese proyecto será realizado por Cepudo, solo falta terminar de gestionar un permiso ambiental dio a conocer el edil.
Sin embargo, los pobladores dijeron que no abandonarán sus viviendas hasta que les construyan las nuevas y permanecen ahí, a la merced de un temporal.