Santa Bárbara, Honduras.
Buscaba darle calidad de vida a su familia y lo que encontró fue una tragedia. Jayson Fernández salió de su casa con la caravana migrante que en octubre de 2018 partió con rumbo a Estados Unidos.
Sin dinero en sus bolsillos y a pie, como la mayoría de las personas que integraron la caravana, el joven de 19 años logró llegar hasta México.
En la ciudad de Tapachula, estado de Chiapas, Jayson estuvo trabajando por varios meses. El trabajo en México le ayudaba por mientras salía hacia Estados Unidos, adonde pensaba cumplir el 'sueño americano'.
Sin embargo, la violencia en Tapachula impidió que el joven siguiera con su rumbo. Jayson fue brutalmente golpeado, tanto que terminó en la unidad de
cuidados intensivos de un hospital. Su historia fue dada a conocer por la cadena
Univision.
Una tía de él llamó a su madre en Santa Bárbara, Honduras, para darle la noticia de la tragedia.
Silvia Leticia Paz, mamá de Jayson, recuerda que fue el 16 de enero de este año cuando le notificaron lo ocurrido. La madre decidió irse hasta México para ayudar a su hijo.
Al igual que el joven, la señora salió sin dinero de su casa; pidiendo ayuda a conductores de camiones y autobuses logró llegar hasta
México. Localizó el hospital donde su hijo estaba; en el centro médico vio que su vástago estaba en estado de coma y conectado con tubos para su respiración y alimentación. No se movía y no hablaba.
Después de evaluaciones médicas, los doctores le dijeron a doña Silvia que Jayson tenía 50% de probabilidades de recuperarse, pero con terapias y buena alimentación. La madre quiso traerse a su hijo de regreso a Honduras y con ayuda económica de sus vecinos pudo comprar boletos de autobús para su retorno a Santa Bárbara; a su hijo lo cargó en brazos en casi todo el trayecto.
Siete meses después de la
tragedia Jayson se encuentra postrado en cama y en extremo estado de desnutrición. Su madre no lo ha podido llevar a hospitales que le puedan dar terapia; tampoco logra comprar (por
falta de recursos económicos) la lecha especial que el joven necesita para recuperarse, por lo que lo alimenta haciendo licuados con lo poco que ella tiene en su casa para comer.
La situación se volvió más difícil para esta madre, pues su esposo abandonó el hogar por la situación que vive la familia. Doña Silvia también es madre de una niña, quien entre lágrimas pide a Dios por una pronta recuperación para su hermano: 'quisiera que mi hermano se levantara de la cama', lamenta la pequeña.
Si usted desea ayudar a esta familia hondureña puede comunicarse con doña Silvia Paz al número 9980-7425.
Buscaba darle calidad de vida a su familia y lo que encontró fue una tragedia. Jayson Fernández salió de su casa con la caravana migrante que en octubre de 2018 partió con rumbo a Estados Unidos.
Sin dinero en sus bolsillos y a pie, como la mayoría de las personas que integraron la caravana, el joven de 19 años logró llegar hasta México.
En la ciudad de Tapachula, estado de Chiapas, Jayson estuvo trabajando por varios meses. El trabajo en México le ayudaba por mientras salía hacia Estados Unidos, adonde pensaba cumplir el 'sueño americano'.
Jayson Fernández antes de recibir la golpiza.
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Una tía de él llamó a su madre en Santa Bárbara, Honduras, para darle la noticia de la tragedia.
Silvia Leticia Paz, mamá de Jayson, recuerda que fue el 16 de enero de este año cuando le notificaron lo ocurrido. La madre decidió irse hasta México para ayudar a su hijo.
AYUDA
El joven necesita leche Ensure; si desea ayudar a esta familia puede comunicarse al número 9980-7425.
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Después de evaluaciones médicas, los doctores le dijeron a doña Silvia que Jayson tenía 50% de probabilidades de recuperarse, pero con terapias y buena alimentación. La madre quiso traerse a su hijo de regreso a Honduras y con ayuda económica de sus vecinos pudo comprar boletos de autobús para su retorno a Santa Bárbara; a su hijo lo cargó en brazos en casi todo el trayecto.
El joven es atendido por su madre.
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La situación se volvió más difícil para esta madre, pues su esposo abandonó el hogar por la situación que vive la familia. Doña Silvia también es madre de una niña, quien entre lágrimas pide a Dios por una pronta recuperación para su hermano: 'quisiera que mi hermano se levantara de la cama', lamenta la pequeña.
Si usted desea ayudar a esta familia hondureña puede comunicarse con doña Silvia Paz al número 9980-7425.