18/04/2024
06:54 PM

Obreros exigen nueva política sobre energía

Trabajadores de la costa norte claman por un aumento general de salarios.Además, fustigaron la corrupción y la violación de los derechos laborales.

    San Pedro Sula, Honduras.

    Aunque el Congreso Nacional eliminó el martes la Ley de Reestructuración y Transformación del Sistema de Salud y la Educación, ayer más de 15,000 trabajadores en esta ciudad elevaron su grito de protesta contra la “privatización de los servicios públicos” bajo la advertencia que intensificarán la “lucha en las calles” si el Gobierno insiste en “golpear al pueblo”.

    Este primero de mayo, al conmemorar el Día Internacional de los Trabajadores, más de 35 organizaciones populares guardaron algunas banderas de años anteriores y centraron sus protestas en la salud, educación, tarifas de energía eléctrica y derechos laborales.

    “La educación y la salud no se venden, se defienden”, “tu salud no es comercio ni mercancía”, “no a la privatización de los servicios del IHSS”, “sin salud no hay patria, no a la privatización”, escribieron en las mantas y cartulinas que ayer portaron en las calles.

    Alrededor de las 7:00 am, por convocatoria de la Confederación Unitaria de Trabajadores de Honduras (Cuth), Confederación de Trabajadores de Honduras (CTH), Central General de Trabajadores (CGT) y el Frente Nacional de Resistencia Popular (Fnrp), los manifestantes se concentraron en Mega Mall y una hora después comenzaron la marcha a través de la primera calle, hasta llegar al parque central, donde los dirigentes leyeron el manifiesto político de la clase obrera en el Día Internacional del Trabajador.

    LEA: Disturbios en Tegucigalpa después de movilización de trabajadores

    Entre los miles de manifestantes se encontraba Marco Tulio Midence (de 73 años), quien, como todos los años, cargaba una gallina entre sus manos para fustigar la impunidad. “Ya tengo más de 7 años de llevar una gallina. En este país siguen metiendo presos a los robagallinas y no a los corruptos que han empobrecido al país”, dijo este hombre que personifica, según él, al indio Lempira.

    Detrás de Midence, quien iba semidesnudo y con una diadema con plumas, miembros del Sindicato de la Empresa Nacional de Energía Eléctrica (Stenee) protestaron contra el proceso de privatización de esa compañía estatal y las alzas exorbitantes de las tarifas.

    Esta vez, los trabajadores protestaron sin la intromisión de líderes de partidos político.
    Miguel Aguilar, presidente de Stenee, manifestó que esa organización le exige “al Gobierno políticas sociales a favor del pueblo hondureño” y a la gerencia general de la Enee le pide “un alto a cualquier despido de compañeros afiliados al sindicato, permanentes y temporales”. “Le exigimos al Gobierno una política pública para los hondureños de bajo consumo, una política pública que alimente subsidios y amortigüe el alto costo de la energía. En una reunión con el Fondo Monetario dijimos que es inaceptable que el pueblo siga pagando contratos sobrevalorados a los generadores”.

    Stenee, según Aguilar, espera que “el Gobierno llegue a un acuerdo con ellos, respetando la seguridad jurídica, pero valorizando que el pueblo no puede seguir pagando un kilovatio con una fórmula que golpea a la gente y beneficia a los generadores”. A eso de las 10:00 am, sobre una tarima instalada en la tercera avenida y segunda calle, los dirigentes obreros leyeron el manifiesto político que contiene 13 demandas. Además de pedirle la renuncia al presidente Juan Orlando Hernández, entre las demandas, figura el rechazo a “todas las negociaciones con el Fondo Monetario Internacional, Banco Mundial y demás organismos”.

    “Exigimos derogar todas aquellas leyes y decretos que conlleven a la privatización de las empresas del Estado, la tercerización de sus servicios, la violación de los derechos laborales y el despido masivo de los trabajadores. Exigimos un aumento general de salarios, que venga a incrementar nuestra capacidad adquisitiva, y con ello paliar el alto costo de la energía eléctrica, la canasta básica, el transporte colectivo, la educación, la salud y la inflación galopante, y así aspirar a un nivel de vida digna”, dijo Joel Almendárez, secretario general de la Cuth, al leer el documento.

    Frente a los eufóricos manifestantes que gritando descargaban su descontento contra el Gobierno, efectivos de Policía Nacional, equipados con chalecos, cascos, toletes y escudos, se mantuvieron durante unas cuatro horas expectantes pues la jornada de en esta ciudad discurrió libre de acciones violentas. Joel Navarrete, dirigente magisterial y miembro de la Cuth, advirtió que “la demostración masiva dada por la clase trabajadora este primero de mayo es el principio de una gran gesta histórica del movimiento popular organizado del país para seguir buscando las conquistas que el pueblo merece”.

    Para Aris Alvarenga, miembro del Partido para la Transformación de Honduras (PTH), organización no electoral por ahora, “la manifestación del primero de mayo ha sido un éxito, el pueblo sigue luchando ante una crisis que no puede superar por la corrupción gubernamental”.

    Los obreros concluyeron la jornada quemando un monigote rotulado con “JOH” y “no al aumento de la energía, no a la privatización de servicios públicos, no al alza de combustibles”.