Son las 4:00 de la mañana y las afueras del hospital Mario Rivas de San Pedro Sula comienzan a abarrotarse de hondureños que llegan con el anhelo de que sus dolencias sean atendidas. Todos madrugan para poder lograr un cupo, sobre todo con los especialistas, pues están conscientes de que es el hospital de los pobres y la demanda es grande. Fotos José Cantarero/LA PRENSA.
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Algunos pacientes vienen de otros departamentos y se ven obligados a traer hasta comida porque solo vienen con el pasajero, pero con la esperanzas de salir aliviados de este centros y llevar consigo los medicamentos, de los cuales muchas veces solo se regresan con la receta.
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En el área de consulta externa llegan entre 600 y 700 personas diarias. Muchos optan por sentarse donde pueden debido a la gran demanda dentro de las salas y en insuficiente espacio.
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En las cinco emergencias llegan de 500 a 600 pacientes cada día. Por ser un hospital referente, el Mario Rivas recibe pacientes de Gracias a Dios, Copán, Santa Bárbara, Yoro, Colón.
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Los servicios de mayor demanda en emergencia son pediatría y medicina interna. Ahora todas las personas que buscan atención deben traer una nota de referencia de otros centros para poder ser atendidos.
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Uno de los mayores problemas que atraviesa este centro es la falta de equipo, mobiliario, insumos, medicamentos y médicos suficientes para brindar atención de calidad a los pacientes. La demanda ha aumentado tanto que al año unas 3.5 millones de personas reciben asistencia.
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El Mario Catarino Rivas fue bautizado con ese nombre en honor a un médico sampedrano a quien le conocían como el 'Doctor de los pobres'. Al principio este centro tenía la capacidad de atención, pero a medida se convertía en un referente donde se atendían enfermedades o problemas graves que no eran tratados en otros lugares, la cantidad de pacientes incrementó.
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Pese a las largas filas en el centro asistencial hay orden tanto en los consultorios como en las farmacias y laboratorios.
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Los médicos reconocen que hay carencia de medicamentos en las especialidades como oncología y esclerosis múltiple.
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Las autoridades del centro asistencial están a la espera del aumento del presupuesto, además las instalaciones se han quedado pequeñas para la cantidad de personas que llegan. El Rivas está sobrepasado en un 40% la capacidad. 'Tenemos que estar haciendo milagros y no podemos dejar de atender a los pacientes, quisiera atenderlos de la mejor manera pero hay carencias', dijo Susana Prieto, presidenta de la Fundación de Apoyo al hospital Mario Rivas.
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Una de las cosas que vendría a mejor la situación en el Rivas sería la contratación de 250 enfermeras que se necesitan para optimizar la atención a los pacientes, además de médicos de guardia, pues se requieren unos tres para brindar mejor atención.