Tegucigalpa, Honduras
De gran hazaña califican el aterrizaje de emergencia que realizó el coronel Jorge A. Portillo Rojas, en el aeropuerto Toncontín, quien piloteaba una avioneta que se dirigía de Honduras a Belice y que tenía fallas mecánicas en el tren de aterrizaje.
Rojas tuvo que realizar una serie de maniobras para poder aterrizar en la pista del Toncontín en Tegucigalpa, por lo que gracias a su rápida acción, él y los tres pasajeros resultaron ilesos.
'Hay que felicitar al piloto porque siguió todos los protocolos. No era una situación fácil, pero actuó como debía de hacerlo y por eso solo hubo pérdidas materiales. Fue una gran hazaña', dijo José Navarro, ex director de aeronáutica civil.
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Junto al coronel viajaban los pasajeros William Liston Pitman, estadounidense, David Ricardo Bueso Anduray, hondureño, y Víctor Samuel Wilson.
La avioneta solamente contaba con una llanta del tren de aterrizaje por lo que al momento de aproximarse a tierra, el ala derecha del aparato tocó la pista y provocó que se saliera de la misma.
'La acción del piloto es admirable, sin duda siguió cada uno de los protocolos que se deben tomar en cuenta en emergencias como estas. También se debe destacar el gran trabajo de la torre de control', comentó Wilfredo Lobo, director de Aeronáutica Civil.
Segú Lobo, la avioneta bimotor Piper PA 31 Cheyenne salió de Tegucigalpa a las 9:16 de la mañana de este lunes rumbo a Belice.
Elementos del Cuerpo de Bomberos y de la Fuerza Aérea atendieron la emergencia. El avión no tomó fuego y quedó sobre un área verde al costado de la pista.
