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Hondureño recibe premio Orgullo Hispano 2018 por su lucha a favor de inmigrantes

  • 14 octubre 2018 /

El hondureño compitió en una lista con otras 100 personas que luchan por los derechos de los inmigrantes

Florida, EEUU

Francisco Portillo, un hondureño que emigró en la década de 1990, ha sido galardonado en Miami, Florida, con el Premio Orgullo Hispano 2018, por ser un líder comunitario que defiende los derechos y bienestar de las personas que se encuentran en Estados Unidos buscando el sueño americano.

En una ceremonia realizada este fin de semana en el Teatro Manuel Artime, Gloria Tobar, directora de los Premios Ecuador Mitad del mundo, le entregó el reconocimiento a Portillo y a otros líderes hispanos que en las últimas décadas han trabajado por la comunidad migrante.

“Este reconocimiento es llamado Orgullo Hispano 2018 por defender a los inmigrantes, lo otorgan los organizaciones de Premios Ecuador Mitad del Mundo. Es un reconocimiento a mi lucha de 22 años en la defensa de los indocumentados sobre todo poniendo en alto a nuestra comunidad”, dijo Portillo.

Este hondureño, que considera haber alcanzado sus propósitos individuales y familiares en Estados Unidos, ha viajado unas 93 veces a Washington, ha participado en 2 huelgas de hambre frente a la Casa Blanca, y ha organizado marchas y protestas a favor de los hondureños y todos los hispanos.

Foto: La Prensa

Francisco Portillo en la entrega de su premio.
El 7 de noviembre de 1996 fundó la Organización Hondureña Francisco Morazán, una entidad que ha servido de plataforma para lograr encuentros con representantes de senadores y autoridades del gobierno con el objetivo de lograr mejores condiciones para los compatriotas.

“Decidí viajar a Estados Unidos para buscar mejores condiciones de vida, sobre todo para preparar bien a mis hijos. Soy padre de cinco varones, el mayor tiene 37 y el menor 27. Gracias a Dios cumplí la meta y los he preparado bien a ellos. No ha sido fácil. Le doy gracias a Dios porque realmente tengo unos buenos hijos. Logré la meta que me propuse”, dijo.

Una vez en Estados Unidos, mientras él trabajaba, se enteró de que “estaban deportando a demasiados compatriotas” y decidió participar en la defensa de las personas afectadas que, en ese tiempo, no contaban con el suficiente respaldo por falta de organizaciones.

“Éramos el segundo país con más deportados, después de México. En ese entonces, aprobaron en Estados Unidos la Ley Nacara y por no tener representación, los hondureños quedaron fuera. Yo convoqué a una reunión con unas 15 personas debajo de árbol, en un garaje en una casa en southwest y comenzamos a nombrar la junta directiva, buscar el nombre de la organización, hacer los reglamentos y registrar la organización y hacer una agenda para parar las deportaciones de los hondureños”, dijo.

Portillo, quien ahora es ciudadano estadounidense, vive en La Florida con sus tres hijos y nietos. Sus hermanos residen en Tegucigalpa y La Paz, Honduras.