25/04/2024
09:49 AM

Jorge Montenegro se va, pero nos deja sus historias

Fue conocido por su trabajo en la recopilación y difusión de la cultura oral hondureña.

Tegucigalpa, Honduras.

Luto. Los cuentos de espantos que estremecían a los hondureños en noches tenebrosas es el mejor recuerdo que deja el escritor y personaje de la radio, don Jorge Montenegro, quien falleció ayer en Tegucigalpa.

Montenegro era muy conocido dentro y fuera del país por sus Cuentos y leyendas de Honduras, que se transmitían por la radio y llegaron a impactar además en la pantalla grande.

Durante más de 50 años desarrolló su carrera en diversos medios de comunicación de Honduras, en los que fue columnista, locutor y editorialista.

Las espeluznantes historias de La Sucia, El hombre sin cabeza, La carreta de bueyes y El cadejo, entre otras, también asustaron a los lectores de Diario LA PRENSA que estuvo publicando los sábados los fascículos de los mejores Cuentos y leyendas de Honduras.

Desde el 9 de septiembre de 1 964, cuando hizo su primer programa en Radio América, Montenegro comenzó a difundir las macabras leyendas de Honduras.

Se caracterizó por ser un hombre polifacético, amante de la cultura en todas sus manifestaciones.
A los 14 años comenzó a trabajar en radio. La pobreza lo llevó antes a lustrar zapatos porque a su madre, quien vendía verduras en el mercado, no le ajustaba el dinero y su padre abandonó el hogar.

De niño escuchaba a su mamá narrar historias de espantos que lo hacían temblar de miedo; pero con el tiempo las fue asimilando y guardándolas en su propio repertorio.

Aparte de su libro Cuentos y leyendas de Honduras publicó otros 13, el último de los cuales es Lo que el viento nos dejó.

La obra cuenta anécdotas especiales de los expresidentes de Honduras, desde Vicente Mejía Colindres hasta el actual mandatario, Juan Orlando Hernández.

Su autor comentó en una ocasión que en la cultura criolla los gobernantes hondureños, a lo largo de la historia, han vivido anécdotas únicas e irrepetibles que merecían ser contadas con el lenguaje más sencillo posible.

Los 14 libros escritos por él, incluyen obras de buen humor, serios, de investigación, de misterios y leyendas de Honduras
A pesar de que con sus historias infundía miedo a los lectores y radioescuchas, decía que no era supersticioso ni creía en fantasmas; aunque sí creía que existe la brujería.

Viajó por todo el país, lo cual demuestra que los cuentos y leyendas no fueron inventos suyos, sino relatos reales de maldiciones y creencias populares que la gente le contaba.

Durante cinco décadas entretuvo a la población dando a conocer todos esos relatos legendarios que, con una mezcla entre lo macabro y lo humorístico, dejan una huella en el escenario cultural hondureño.

Su tarea no fue fácil, enfrentó muchas dificultades a lo largo de su carrera para poder publicar sus obras literarias, en un país adonde solo al 1% de los hondureños les gusta leer un libro, según dijo en una ocasión.

El expresidente Juan Alberto Melgar Castro fue uno de los primeros que le ayudó con la impresión del libro de Cuentos y leyendas, que vendía a cinco lempiras.

Durante 53 años luchó por mantener la tradición oral hondureña, dramatizando cada historia, cada relato, dictando conferencias y escribiendo libros, no con palabras rebuscadas, sino con el lenguaje sabroso de los hondureños.

Después de más de un año luchando contra el cáncer, el reconocido escritor falleció ayer a las dos de la tarde en su casa de habitación, informó su hijo Allan Montenegro.

Diputados del Congreso Nacional aprobaron en diciembre de 2016 una propuesta económica para ayudar a Montenegro por ser un símbolo indiscutible de la cultura hondureña.

La complicada enfermedad le fue diagnosticada al comunicador luego de haberse sometido a una operación para removerle un riñón y un tumor en 2016.